El satélite Sentinel-2B, de la Agencia Espacial Europea (ESA), ya ha entrado en órbita, y así seguirá durante siete años, investigando un poco más sobre nuestro planeta. Concretamente, este “segundo ojo” proporcionará información al sector agrícola con un instrumento multiespectral. Cabe decir que esta es la primera misión de observación óptica de la Tierra de Copérnico que incluye tres bandas en el "rojo extremo", lo que proporcionará información esencial sobre el estado de la vegetación; es decir, podrá ver nuestro planeta en color.
“La misión se basa en una constelación de dos satélites idénticos: Sentinel-2A y Sentinel-2B. Sentinel-2A se lanzó en 2015 a la misma órbita, pero con una separación de 180 grados. Al contar con dos satélites, se conseguirá en solo cinco días una imagen de la totalidad de la superficie terrestre entre las latitudes 56 grados sur y 84 grados norte, lo que optimizará la zona de cobertura global y la transmisión de datos para numerosas aplicaciones”, explican desde Airbus España, que ha puesto el acento español al proyecto: la principal aportación de nuestro país ha sido la estructura mecánica del satélite. Aunque la misión de Sentinel-2 “ha sido posible”, apuntan, gracias a la estrecha colaboración entre “la ESA, la Comisión Europea, la industria, los proveedores de servicios, los usuarios de los datos y unas 40 empresas y 20 países”.
El Sentinel-2B está diseñado para proporcionar imágenes que puedan servir para “diferenciar entre distintos tipos de cultivos y para aportar datos sobre numerosos índices de vegetación, como el índice de área foliar, el contenido de clorofila en la hoja y el contenido de agua en la hoja, todos ellos esenciales para supervisar de manera precisa el crecimiento de las plantas”, explican. “Esta información contribuirá a tomar decisiones informadas sobre cuestiones que van desde la cantidad de agua o fertilizante que se requiere para conseguir una mayor cosecha hasta la elaboración de estrategias para abordar el cambio climático”.