No se arruga, no se mancha, no acumula los malos olores corporales y no marca el sudor. Así es una camisa made in Sepiia, la firma de moda acelerada por Lanzadera que diseña sus prendas a partir de la selección de los mejores hilos tejidos resistentes a las manchas y transpirables. Tras participar en numerosos proyectos de aplicación de tecnología a la industria de la moda, Federico Sainz de Robles descubrió cómo los materiales técnicos poseen propiedades que pueden ser utilizados para prendas de vestir. “En Sepiia, moda y tecnología van de la mano para mejorar nuestro día a día”, cuenta el fundador.
Su innovación es posible gracias al desarrollo de la prenda desde su origen: la fibra. A través de toda la cadena de valor textil, aportando las distintas funcionalidades en las sucesivas fases del proceso. Como asegura Sainz de Robles, Sepiia pretende crear una alternativa en un mercado de moda "inundado por prendas de tendencia que se producen bajo unos pobres estándares de calidad medioambiental, y en unas condiciones laborales muy cuestionables".
Inspirado en la flor de loto, el tratamiento antimanchas consigue que los líquidos resbalen sin que sean absorbidos por el tejido. Las fibras que forman el tejido llevan en su interior miles de nano-partículas de plata, que actúan sobre las bacterias que causan el mal olor. Este material es uno de los antibacterianos más potentes, y su eficacia ha sido testada en los laboratorios de AITEX. Así pues, gracias a una correcta elección de fibras y tejidos, la marca evita el contraste de color entre las partes húmedas y las secas. Además, las fibras cuentan con una morfología especial que ayuda a que el tejido se seque rápidamente.
Tejido 3D como solución
"Fabricamos camisas inteligentes porque interactúan con el entorno y se adapta a las diferentes necesidades que el usuario va teniendo a lo largo del día". En este sentido, el tratamiento antimanchas se aplica mediante un proceso especial que hace que las prendas sigan siendo completamente transpirables. Por otro lado, la estructura interna del tejido en 3D crea unos canales de aire que permiten que la prenda respire más eficazmente.