Según David Bäckström, vivimos en una economía donde hay muy poca confianza entre vendedores y compradores. En otros países no suele ocurrir, pero se le ocurrió que quizá en España tendría una posibilidad e impulsaría el sector de las ventas online. Entonces fundó en Cataluña una compañía de e-commerce, SeQura, una plataforma en la que los usuarios compran los productos, pero tienen hasta 7 días para pagar por ellos.
“Los métodos de pago existentes se han quedado obsoletos, todos quieren ver el dinero antes de dejar algo al comprador. Nosotros proporcionamos flexibilidad para que nuestros clientes paguen después de haber recibido la mercancía. Esto ayuda a que la gente se lance a comprar desde tiendas online que no conocen”, explica. No piden datos de ningún tipo, excepto el correo, “para ser más rápidos, y también porque la gente aún tiene miedo de dar sus tarjetas de crédito vía online”.
Venden de todo, de hecho, más de 200 empresas utilizan SeQura como su comercio online particular. Moda, electrónica, juguetes, vino, comida… No tienen una cierta predilección por un producto en particular. Compañías consolidadas como Imaginarium, LaRedoute o TeaShop confían en su sistema. “Al final les viene mejor, ya que todo está al alcance de todos, ¡y desde casa!”, enfatiza.
En SeQura anhelan que las ventas online lleguen a las cifras, por ejemplo, de Reino Unido, donde el 20% del comercio total pasa por Internet. Para Bäckström es posible, pues cree que este sector está creciendo a un ritmo increíble. “Queremos normalizar la compra online, es decir, quitamos la necesidad de pagar en el momento de comprar. Puedes recibir la mercancía en casa, comprobarla y luego tienes 7 días para pagar. Éste ha sido el gran factor que realmente ha hecho subir mucho las ventas online en otros países”, declara.
De momento, y tras tres años de vida, están felices con el camino recorrido, pero también piensan en su futuro. El CEO de SeQura adelanta que, ahora mismo, su enfoque está en extender este medio de pago para darse a «conocer entre los usuarios finales, que son los que consumen”.