Tras unos meses en los que parecía que Siemens Gamesa no levantaba cabeza, su filial Siemens Gamesa Renewable Energy (SGRE) y la empresa estatal Taiwan International Ports Corporation han firmado un acuerdo de intenciones (MoU) para analizar, de manera conjunta, el desarrollo de zonas en el puerto Taichung en Taiwán dedicadas a la eólica marina (offshore).
Este acuerdo –no vinculante– contempla la posibilidad de establecer una fábrica de componentes offshore y oficinas así como habilitar zonas para la manipulación y montaje, el almacenamiento o la descarga de materiales junto al muelle. Así, la compañía unirá esfuerzos en el continente asiático junto al pedido en Indonesia para suministrar 20 aerogeneradores del modelo SWT-3.6-130 al parque Tolo 1, una instalación que está prevista para finales de este año, mientras que el parque entrará en funcionamiento a principios de 2018.
“Este MoU es una prueba de nuestro firme interés en contribuir al desarrollo de la energía eólica offshore en Taiwán. Estamos convencidos del potencial de este mercado emergente y queremos aportar el conocimiento que nos da ser líderes de esta industria”, explica Andreas Nauen, CEO de la división Offshore en Siemens Gamesa.
Además, SGRE ha abierto una nueva oficina en Taipei, con el objetivo de aumentar el interés de los clientes de Asia Pacífico –excluyendo China- en la eólica offshore. La oficina servirá de centro regional, que junto con las oficinas regionales de Japón y Corea, presentará los últimos desarrollos y servicios de la industria offshore.
“La industria eólica offshore en Taiwán está estudiando, hoy en día, más de 10 GW de proyectos. A lo largo de 2017, el gobierno taiwanés ha mostrado signos firmes de apoyo al sector, con planes detallados de capacidad de red, y un aumento de los objetivos a largo plazo. Y en el resto de la región también se han completado hitos significativos. Japón está desarrollando su primer proyecto a gran escala y Corea ha puesto en marcha su primer parque de tamaño comercial. Vamos a concentrar nuestros esfuerzos en reducir los costes y en confirmar que la infraestructura adecuada está en marcha”, explican desde Gamesa.