Cantoria (Almería). “Si no lo hicimos antes es porque resulta muy complejo. Imagina cocinar una paella sin arroz. Un Silestone sin cuarzo es lo mismo. Necesitábamos un material que aunase buenas propiedades y costes razonables, pero más saludable, con materias primas de origen reciclado. No existía. O los materiales disponibles eran caros, o escasos, o sus características no nos convencían”.
En 2021, Innovaspain hablaba con Valentín Tijeras, director de Innovación y producto de Cosentino. El grupo acababa de recibir el Premio Nacional de Innovación en la Categoría de Gran Empresa. Un reconocimiento a la excelencia en I+D de Cosentino, que entonces vivía uno de sus hitos recientes: Silestone HybriQ, una tecnología propia que ha permitido reducir paulatinamente la utilización de sílice cristalina en sus productos.
Hace pocas semanas, volvíamos a la sede central de Cosentino, en Cantoria (Almería), para ser testigos de la evolución de esa apuesta indiscutible por la sostenibilidad. La empresa reutiliza el 90 % del agua que necesita en sus procesos de fabricación y el 100 % de la energía es de origen renovable. Pero si HybriQ marcó el camino, Silestone XM es la flamante culminación de un proceso que comenzó en 2018 con el objetivo de sustituir las materias primas ‘tradicionales’ y acometer en fábrica los cambios necesarios para completar con garantías esta transición.
Mismas prestaciones, mejor diseño
“Es la reinvención de las superficies minerales. Un cambio muy profundo en el sector. Nos vamos del cuarzo a algo totalmente distinto, integrado por minerales premium y materiales reciclados”. Paz Carreras Seguí es la directora de Investigación de Silestone en Cosentino. “Silestone XM tiene un máximo del 10 % de sílice cristalina. El avance es tan grande, que ya no podemos hablar de una evolución de HybriQ, sino de un producto completamente nuevo”, afirma Carreras.
Silestone XM mantiene el rendimiento y la resistencia de sus predecesores. Sin embargo, los nuevos minerales y los avances en maquinaria, permiten a Cosentino ir más lejos que nunca en lo relativo al diseño –“vetas más finas, tonalidades, brillo, color, profundidad, transparencia”- mientras reduce su huella de carbono. “Seguimos ofreciendo 25 años de garantía. No es difícil hacer Silestone XM, lo complicado es lograrlo sin modificar nada. Lo cambiamos todo para seguir igual. Y eso que, en Cosentino, los investigadores nos subimos a espaldas de gigantes. El trabajo previo, y una trayectoria espectacular en I+D, nos lo pone todo más fácil”, asegura Paz Carreras.
Las nuevas planchas de Silestone XM, listas para ser presentadas en Milán (en un evento que tuvo lugar el pasado 15 de abril) lucen un plus de elegancia, con sutilezas y combinaciones antes imposibles Así nació la colección Le Chic, en la idea de redefinir un clásico atemporal. “Es un paso adelante de las superficies veteadas. La estética está inspirada en la piedra natural que revive el encanto de los espacios icónicos parisinos y victorianos”.
Transición dulce
Alba Gilabert, Product Manager de Silestone XM, asegura que no ha vivido un momento tan importante en los diez años que lleva en la compañía. “HybriQ supuso una revolución tecnológica que Silstone XM está poniendo en valor”, resume Gilabert. “Pese a todo, las transiciones de este calado no pueden ser abruptas. Necesitaremos 2/3 años para asentar Silestone XM”.
Los planes pasan por que Silestone XM sea el único Silestone de Cosentino en el futuro. “Los hemos lanzando con 22 colores disponibles de los más de 80 del catálogo Silestone. El proceso será paulatino. A la hora de escalarlo, debemos tener en cuenta la disponibilidad de las nuevas materias primas y los brutales volúmenes que manejamos debido a nuestra presencia en muchos mercados. También es necesario un perfecto aprendizaje técnico del personal implicado para que todo vaya bien engrasado”.
Gilabert detalla que tanto los marmolistas, principal cliente de Cosentino, así como arquitectos o cliente final, miran con muy buenos ojos la llegada de Silestone XM. “No es lo mismo presentar una nueva marca sostenible en la que la innovación no se aprecia a simple vista que Silestone XM, donde la mejora estética es palpable”. La experta asegura que, hace no tanto, estos giros no gustaban del todo a los marmolistas, sobre todo en España. “Aún hay a quienes les cuesta percibir el valor de la sostenibilidad. Es muy humano que los cambios generen desconfianza. Cuando pase algo más de tiempo, habrán constatado por sí mismos que las propiedades del producto no se han movido ni un milímetro”.
Otras referencias emblemáticas de Cosentino, como Dekton, lo han tenido más ‘fácil’. “Dekton nació sostenible, ya que reaprovecha sus propios residuos. En Silestone seguimos trabajando para mejorar al máximo”, explica Paz Carreras. “Nuestro mayor impacto ambiental viene de la resina de poliéster, ausente en las planchas de Dekton. Silestone vive una reconversión plena”.
Inspira Hub
En 2023, la inversión de Consentino en activos y proyectos de I+D+i fue de 22 millones de euros. Visitamos con Paz Carreras Inspira Hub, el centro destinado íntegramente a I+D, donde están ubicados los laboratorios –unos dedicados a Dekton y otros a Silestone- en los que ve la luz cada nuevo desarrollo del grupo Cosentino. Doctora en Física Aplicada por la Universidad de Barcelona, la investigadora admite que es “una suerte” trabajar en una lugar que invierte tantos recursos en I+D.
Inspira Hub alberga a más de 60 investigadores. Molienda y prensado de la materia prima, inyección en superficie, cocción… cada laboratorio aborda una parte del proceso. Allí también tienen lugar las pruebas de color y de funcionalidad o resistencia de los materiales ya que llevan a cabo todo tipo de ensayos de durabilidad y propiedades.
Después de una primera evaluación en el laboratorio, el producto pasa a una planta piloto antes de dar el salto definitivo a la planta industrial. “De manera sintética, podemos decir que en I+D trabajamos en tres bloques principales. Por un lado, en optimización de producto, que va del ahorro de costes y la eficiencia de procesos al ahorro energético. El segundo, una de nuestras banderas, es el desarrollo del color. Un tercer bloque atañe a la sostenibilidad”.
El poder de la colaboración
Los laboratorios de Cosentino aplican metodología Design Thinking. “La dirección, el departamento de diseño o personal próximo a producto, acuden a nosotros con unas necesidades de mercado determinadas. Marcan una serie de requisitos. A partir de ese momento, se crean equipos de trabajo multidisciplinares donde coincidimos responsables de I+D, formulación, compras, industrialización y, en un momento posterior, trabajadores de la fábrica. El proceso es iterativo, con reuniones casi semanales, donde los resultados son presentados y los product manager marcan las siguientes iteraciones”.
Carreras añade que huyen de otras metodologías. “No se trata de que nos pidan algo y lo entreguemos 7 años después, sino que son fijados distintos hitos en el desarrollo del producto y los corregimos sobre la marcha. Estamos inventando algo totalmente nuevo. Por mucho que intentemos ciertos logros, en algún momento habrá que hacer modificaciones respecto al plan inicial; matices entre lo que quiero y lo que estoy en disposición de conseguir. Pensamos que el trabajo en equipo es la clave para no perderse por el camino y obtener feed back constante de producto real. Es importante la agilidad con la que Cosentino saca adelante estos grandes proyectos”.
A ganar velocidad también les ayudan numerosas colaboraciones externas. Desde el área de I+D, unen capacidades habitualmente con la Universidad de Almería, la Universidad de Málaga o la Universidad Politécnica de Valencia. “Si vas solo, podrás llegar hasta cierto punto, pero no hasta el final. Y hay conocimientos y capacidades que a nosotros se nos escapan. También es una manera de promover la transferencia de conocimiento”.
En los últimos tres años (concluye en junio de 2024), Cosentino ha liderado a nivel nacional el proyecto de investigación industrial EOCENE, cuyo objetivo era aplicar y alcanzar estándares reales de Economía Circular en la Industria de composites termoestables. La iniciativa ha sido apoyada por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través del programa “Misiones Ciencia e Innovación”. “Es el primer gran proyecto consorciado en el que participa Cosentino y estamos satisfechos con los resultados. En este marco, también queremos avanzar en la reutilización de los lodos empleados en la fabricación de Silestone. Será el siguiente hito”.
