Un simulador entrenará la respuesta sanitaria ante emergencias

simulador emergencias

Ayudar a salvar vidas en escenarios de emergencia. Ese es el objetivo del simulador que han desarrollado y patentado investigadores de la Universidad de Alicante. Pensado para el entrenamiento de intervenciones sanitarias en situaciones cambiantes e inesperadas, este nuevo sistema es capaz de recrear situaciones imprevistas ante las que se deben tomar decisiones en tiempo real.

El simulador está diseñado para equipos sanitarios de emergencia, tanto civiles como militares, que operan en escenarios de emergencia como pueden ser incendios, terremotos combates entre fuerzas militares, ataques terroristas o accidentes nucleares. Gracias a que recrea escenarios cambiantes en tiempo real es también capaz de evaluar cómo se comportan los equipos para para mejorar sus actuaciones.

La mayor novedad, han explicado los investigadores, está en que con este simulador se utiliza, en una única herramienta y con una simbología estandarizada, diversas tecnologías con el fin de mejorar la respuesta ante situaciones de emergencia. Además del objetivo esencial de ayudar a salvar vidas su finalidad, según ha explicado el impulsor del proyecto, Héctor Mora también pasa por “utilizar un sistema de entrenamiento que sea inocuo, muy respetuoso con el medio ambiente y que optimice el tiempo y el coste que se invierten en la formación para sacarle el máximo rendimiento”.

A diferencia de otros métodos y dispositivos que se usan en la actualidad, este nuevo simulador permite realizar entrenamientos que se aproximan al nivel de estrés e incertidumbre que se puede generar en situaciones reales. Así, en el transcurso de una de las prácticas, este sistema es capaz de introducir nuevas situaciones y variables no previstas en un primer momento como puede ser la aparición de nuevos heridos o el derrumbe repentino de un edificio. Esto obliga a los usuarios a tomar decisiones sobre la marcha y a tiempo real.

Sensores, chalecos y cinturones

Para que se pueda evaluar su comportamiento, los participantes llevan sensores, chalecos y cinturones de estrés que pueden simular heridas concretas en determinadas partes de su cuerpo y experimentar una sensación real de incomodidad si, por ejemplo, son alcanzados de manera virtual por una bala en el transcurso del ejercicio. Y, por su parte, quienes actúen como sanitarios o efectivos de rescate disponen de terminales móviles mediante los cuales reciben información sobre los imprevistos que se van produciendo para que actúen en consecuencia y comuniquen sus acciones para ser evaluadas.

Especiales