Uno no tiene por qué saber lo que ser de mayor desde pequeño. Y hoy, menos todavía. Singularity Experts nace precisamente para ayudar a través de la orientación profesional. “Hacia los trabajos y formaciones con futuro que se les van a dar mejor”, apunta la fundadora de esta startup, Elena Ibáñez. Esta sevillana se apresura a añadir que las elecciones de los jóvenes son mucho más complejas por el infinito abanico de posibilidades formativas y profesionales que existen.
Así que, a través de una herramienta basada en Inteligencia Artificial, la plataforma de Singularity Experts predice los 10 puestos que más encajan con la persona. Para averiguarlos, el algoritmo infiere los grados de similaridad “entre las 50 dimensiones que medimos de cada persona en escala 1/100” y los 3.000 empleos de futuro que tienen en su base de datos.
Ibáñez explica que esta herramienta fusiona lo humano y lo tecnológico. Sin IA, no se podría desarrollar. Pero sin un perfil “holístico” de las personas, tampoco. Además, a través de tecnologías exponenciales, de las que se declara una “apasionada”, se consiguen medir parámetros que “nadie mide”. Entre ellas y como ejemplo, pensamiento computacional o inteligencia emocional para averiguar el puesto ideal del usuario.
Por Singularity Experts ya han pasado “miles”, asegura su fundadora. Y de edades comprendidas entre los 14 y hasta el caso del que se siente más orgullosa: una persona de 57 años. “Un maravilloso caso de éxito” que actualmente está montando su startup porque la plataforma le recomendó un Máster de Inteligencia Artificial aplicada a inversiones en Bolsa.
El logo de la empresa esconde una sinapsis neuronal. “Por el simbolismo de unir a personas, de unir caminos”, añade Ibáñez. Una emprendedora que ya ha sido incluida en el Top 100 de Mujeres Líderes de España en 2019 y 2020.
Éxito en el Demo Day de SEK Lab
Algo atrae de Singularity Experts y la prueba está en que fue doblemente premiada en la VI Edición del Demo Day de SEK Lab, celebrado el pasado 2 de julio. Por un lado, por ser la Startup más Innovadora, y por otro, la más Invertible de 2021. Un reconocimiento que Ibáñez agradece pero que no le saca ni a ella ni al equipo del camino marcado. “Para nosotros es una emoción enorme, porque el proyecto lo creamos desde cero. Pero dicho esto, lo importante está en otro lado: en que el servicio sea cada vez más completo, en que ayude en más cosas. O en que esté más automatizado para tener más clientes en menos tiempo. Y que todo ello sirva para hacer crecer la empresa”.
No obstante, la visibilidad y el respaldo de los inversores está ahí. “Nos permite creer que nuestro servicio es eficaz. Que funciona, que ayuda de verdad y, además, lo reconoce el sector EdTech”.
La pandemia de la Covid-19 propulsó precisamente a todo el ecosistema emprendedor en educación que quería innovar. Ibáñez es una convencida de que “hay muchísimo interés por parte de todos los stakeholders en saber cómo mejoramos la educación a través de la innovación”. Aunque rehúye vincular innovación educativa como digitalización de la educación. Si bien esto ha servido para potenciar aspectos como la “educación personalizada”.
Singularity Hackers
La startup ya mira hacia una diversificación de su plataforma. Como prueba de ello, Singularity Hackers: “Estamos rechiflados con este proyecto porque es un área de actividad con paro cero, con más demanda que oferta de perfiles”, expresa Ibáñez. Este “spin-off” de Singularity Experts se puso en marcha en abril de ese año y cuenta con el aval del célebre hacker Chema Alonso.
“Muchas veces nos pensamos que un experto de ciberseguridad es una cosa. Qué va. En el mundo de la ciberseguridad hay muchísimos roles distintos con perfiles distintos”, argumenta. Pero los proyectos prevén cubrir otros verticales como, prevé Ibáñez, “Singularity Finance o uno de Turismo, para impulsar la empleabilidad de estos sectores”.
Más allá, previsiblemente en 2022, la startup sueña con desembarcar en Latinoamérica, punto del que su fundadora solo adelanta que están “trabajando en ello”.
“Las vocaciones fuertes son algo marginal”
En opinión de Ibáñez, se acabaron las vocaciones claras y definidas. Un problema que se perpetúa por parte de padres, en algunos casos, debido al desconocimiento de la amplia oferta existente. “Por un lado, los jóvenes no tienen referencias de todo lo que hay. Por otro, porque hay trabajos que directamente desconocen: es el caso de la biometría o de los digital twins. Estos dos ejemplos tienen mucho futuro y no los conocen”.
“Las vocaciones fuertes son algo marginal, no son algo muy común”, zanja. Lejos de ser un problema, es algo sobre lo que trabajar. Porque los intereses profesionales, opina, “son una de las cosas que más cambian en la vida de una persona”.
Parte de la culpa recae sobre el anquilosado modelo educativo español. “Obliga a tomar decisiones muy pronto. Y muchas de ellas inhabilitan las decisiones posteriores”. En ese sentido, Singularity Experts también trabaja con colegios para orientar a los niños sobre sus capacidades y posibles trabajos de futuro. “Es muy importante que ya desde 4º identifiquemos los intereses, potencialidades del niño y que le sirvan para ser un viento de cola y empujarles a hacer lo que quieren”.
O como dice Ibáñez: “ayudamos a los coles a ayudar”. Y ayudar es motivar. “No es solo decir qué estudiar, sino que al niño le mole el siguiente paso que tiene que tomar y que no lo vea como un agobio. Nuestra vocación final es que se dediquen a lo que les guste, que se les dé bien, les haga felices y, además, tengan futuro”.