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Slow driving: disfrutar de la ‘Ruta 66’ aragonesa sin prisas

El Gobierno de Aragón confecciona 16 rutas para transitar en coche por carreteras secundarias de Aragón que albergan tesoros escondidos y desconocidos
Slow Driving Aragón. Ruta de los Reyes.
Slow Driving Aragón. Ruta de los Reyes.

La famosa ‘Ruta 66’, también conocida como la ‘Carretera madre de Estados Unidos’, inauguró una nueva forma de hacer turismo en la que tan importantes son las atracciones turísticas como el propio recorrido en sí mismo. Perderse por sus carreteras rectas, infinitas y solitarias que van desde la Costa Oeste hasta la Costa Este es precisamente uno de sus encantos más poderosos gracias a la sensación de libertad y tranquilidad que proporciona conducir en coche sin atascos, sin ruidos molestos y sin contaminación.

Sin embargo, no hay que cruzar el Océano Atlántico para disfrutar de una experiencia similar. En España también contamos con muchas rutas que se disfrutan sin bajar del coche, de esas en la que merece la pena aminorar la velocidad y admirar los tesoros que se esconden al final de una curva cerrada o de un camino con desnivel.

El Gobierno de Aragón ha sido pionero en abrazar y apostar públicamente por una iniciativa turística de esta índole con la puesta en marcha de Slow Driving Aragón. “Disfruta del placer de circular a una velocidad que te permita estar en contacto con la naturaleza, el ambiente y la magia. Déjate llevar y desconecta. No vayas demasiado rápido o te lo perderás”, reza a modo de eslogan su web institucional.

Elena Allué, directora general de Turismo en Aragón, explica a InnovaSpain que el proyecto fue concebido por varios motivos que se pueden resumir en tres grandes bloques. El primero es concebir una nueva forma de turismo que sirva para “contrarrestar el estrés de la sociedad actual”, especialmente el de la población urbanita, “y ayudar a desconectar”.

Slow Driving Aragón. Ruta del Desierto.

El segundo, “poner en valor aquellos recursos turísticos que, con la creación de las vías más rápidas (como autopistas o autovías), pasaban desapercibidos”. No en vano, Aragón es una de las comunidades de España con mayor “patrimonio oculto”. Muchos de sus castillos, estepas y artes rupestres no gozan de la popularidad que merecen. “Es impresionante la diversidad de nuestro territorio. Cada ruta es diferente, e incluso dentro de una misma ruta, puede sorprender la gran variedad de recursos que pue- des encontrar”.

Queremos poner en valor aquellos recursos turísticos que, con la creación de las vías más rápidas, pasan desapercibidos

El tercero sería “retomar el sabor y la vida de los pueblos”, para “impulsar la reactivación de alojamientos, recursos y servicios en los destinos rurales”, todo ello sin caer en el turismo de masas. Allué explica que esto a su vez ayudaría a desestacionalizar la demanda y oferta, reducir el impacto de nuevas vías, fijar nuevos servicios, aumentar la población de la España vaciada y crear empleo turístico.

La directora general de Turismo asegura que “es una iniciativa que ha tenido una gran acogida, que gusta a todo el sector turístico porque comprende a casi todo el territorio de Aragón”. Además, gracias a ella “los propios aragoneses han descubierto o redescubierto su comunidad”, lo que les ha motivado “a seguir luchando y apostando por este gran producto”.

Elena Allué también nos adelanta que están trabajando ya para poner en marcha la versión eléctrica, el slowdriving para coches eléctricos con puntos marcados de electrolineras en cada ruta. Además, aunque explica que esta iniciativa está inicialmente pensada para realizar con vehículos a motor, “se está desarrollando un producto que sea exclusivamente en bicicleta, en la que se incluirán las posibles rutas o tramos dentro de ellas del producto slowdriving que puedan realizarse en este tipo de transporte”.

Rutas para todos los gustos

En el año 2016 se lanzaron la ruta transversal que atraviesa Aragón de Norte a Sur (o de Sur a Norte), y 6 ramales (2 por provincia), para ver qué tal funcionaban y el nivel de aceptación tanto de los territorios como de los posibles turistas. Al ver el éxito que tuvo, al año siguiente ya se lanzaron las 9 rutas restantes que complementaban todo el mapa de Aragón.

Actualmente, un total de 16 rutas repartidas por las tres provincias aragonesas componen este gran mosaico del asfalto. Cada una de ellas está pensada para que los conductores encuentren su punto de partida cerca de la carretera principal y acaben también en ella. Muchas están trazadas en forma circular de tal forma que se pueda elegir si recorrerla de norte a sur o al revés.

Estos itinerarios no marcan todas las líneas, pues gran parte de su esencia está en perderse y no seguir un rumbo predeterminado, pero ayudan calcular la duración aproximada del viaje, ver el número de etapas sugeridas, conocer las paradas obligatorias en los monumentos o paisajes más icónicos y estudiar las características viales de cada ruta.

Slow Driving Aragón. Ruta de los Castillos.

No hay dos rutas iguales e incluso, dentro de una misma ruta, puede sorprender la gran variedad de recursos que pueden encontrar. Los mapas marcan lo que los expertos turísticos del Gobierno de Aragón consideran como “imprescindible” o “imperdible”, pero son sugerencias en función de los gustos de cada usuario. Se recomienda qué ver en cada parada, cada persona organiza la ruta como quiere y se la adecúa a sus gustos y a su tiempo disponible.

La ruta más importante es la de ‘Reyes de Aragón’, que pretende hacer un recorrido de la expansión que tuvo el Reino de Aragón hasta conformar su territorio actual. Macizos pirenaicos, valles, campiñas, viñedos infinitos, las ciudades más importantes de la comunidad y algunos de los pueblos reconocidos en todos los rankings como los más bellos de España atraviesan esta ruta que parte desde el puerto de Somport de Jaca, la primera capital aragonesa, hasta la recóndita y apenas poblada localidad de Sarrión. Entre medias, Zaragoza, la gran capital, crisol de religiones y culturas y una de las ciudades españolas con mayor esplendor en su pasado. Aunque sea desde el coche, siempre es un gusto contemplar el conjunto mudéjar de la Aljafería (declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO), la Basílica del Pilar o la Catedral de San Salvador.

Otra de las rutas más recomendadas es la ‘Ruta de los Castillos’, que discurre por las entrañas de las comarcas de las Cinco Villas y de la Hoya de Huesca. El haber sido una región fronteriza y disputada primero entre cristianos y musulmanes y, posteriormente, entre los reinos de Aragón y Navarra, explica el elevado número de imponentes fortalezas, castillos y recintos amu- ralladas, algunos de ellos, por cierto, perfecta- mente conservados. Sin duda, la mejor travesía para revivir el esplendoroso pasado medieval de Aragón y trasladarte a un capítulo de ‘Juego de Tronos’.

“No tienes que saber hacia dónde vas, lo importante es estar en el camino”

Para los que buscan alejarse de todo bullicio, el mejor itinerario podría ser el de ‘Secretos del Prepirineo’. La antesala a las emblemáticas cumbres del Pirineo guarda por si misma un gran valor paisajístico y cultural alejado de masificaciones. Brillan con luz propia el Parque Cultural del río Vero y el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, que albergan una extensa colección de arte rupestre declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La ruta de ‘Montes Universales’, que discurre por la sierra de Albarracín y sus alrededores, nos lleva por carreteras sinuosas para disfrutar de preciosos valles, acantilados, cañones y barrancos. Su abrupta orografía está salpicada de joyas con sello humano como el castillo de Peracense o las construcciones de piedras rojizas de Ródenas.

Teruel bien merece una ruta en exclusiva, de ahí que se le dedique la de ‘Rincones Mágicos’. En Alcañiz sorprenderá su magnífico castillo calatravo y en Calanda están las huellas del gran cineasta Luís Buñuel. Visitar el Parque Cultural del Río Martín y deleitarse con las joyas del patrimonio mudéjar en las iglesias de Montalbán u Olalla son otros de sus atractivos. Y, para  finalizar, recomendamos parar para darse un merecido descanso en el balneario de Segura de Baños.

Slow Driving Aragón. Ruta de los Reyes.

La ruta de ‘Los Puertos del Silencio’ circula por el Maestrazgo y por la comarca de Gúdar-Javalambre. En los pueblos y villas del Maestrazgo se suceden sierras, barrancos, recias muelas y vegas estrechas y feraces. Mientras que la comarca Gúdar-Javalambre se caracteriza por las sierras del mismo nombre, que alberga villas amuralladas de entramado urbano medieval, con iglesias y ermitas románicas y góticas, castillos y puentes medievales. De esta región son las preciosas localidades de Rubielos de Mora, Mora de Rubielos, Cantavieja o la Iglesuela del Cid.

En ‘Corazón del Moncayo’ se pueden los maravillosos parajes de la localidad del mismo nombre, que se alza como frontera entre la meseta castellana y las estepas aragonesas de la depresión del Ebro y es la máxima altura del Sistema Ibérico, 1500 metros de desnivel. Merece la pena detenerse a observar la gran variedad de fauna y vegetación que se agolpa en el Moncayo y sus localidades tan típicas y bellas de la geografía aragonesa como Borja, Tarazona o el Monasterio de Veruela.

Con la ruta del ‘Desierto y las Cartujas’, que serpentea la comarca de Monegros, nos encontraremos un territorio lleno de contrastes, que va desde la verde estepa de Huesca hasta los paisajes con singulares monolitos de piedra arenisca con decenas de metros de altura, pasando por los humedales de Sarideña.

Los aficionados a la historia encontrarán de especial interés la ruta del ‘Ebro, Goya y vestigios de la guerra’. En este recorrido se sigue las huellas de uno de los genios de la pintura universal y uno de los aragoneses que más ha trascendido en la historia: Francisco de Goya. Por otro lado, en el pueblo de Fayón, una de las etapas de este itinerario, aún se pueden ver restos, vestigios y trincheras de la Guerra Civil, así como visitar el Museo de la Batalla del Ebro, de  la que fue escenario en 1938 y una de las más importantes de aquella contienda militar.

Si bien cualquiera de las 16 rutas merece ser recorrida con absoluta parsimonia, una de las que mejor encarna el espíritu slow es la de ‘La Toscana’, que nos guía por las comarcas del Matarraña y del Bajo Aragón. Sus pueblos de piedra medievales rodeados de una apacible naturaleza conforman el lugar perfecto para desconectar.

Faltan por mencionar más rutas, como la del ‘Pirineo Salvaje’ o la de ‘La Ronda de Ordesa’, pero lo más importante es que con independencia de cuál se elija y desde dónde se parta, se disfrute cada tramo de la carretera sin prisas. Ya lo dijo el psicólogo y escritor Wayne Dyer: “No tienes que saber hacia dónde vas, lo importante es estar en el camino”.

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