En la serie animada Los Supersónicos, la familia protagonista, una especie de Los Picapiedra, pero del futuro, tenía una sirvienta robot: Robotina. Este personaje tan carismático, además de servicial, se encargaba, básicamente, de que la casa estuviese impecable. La caricatura, emitida en los sesenta, estaba ambientada en un futurístico 2062. En la localidad de Betanzos (A Coruña, 12.900 habitantes) se adelantaron cuarenta años a esa predicción norteamericana. La empresa Smarttek, de José Manuel Ruiz, lleva produciendo distintos artilugios automatizados para ayudar en los quehaceres desde 2013. En su firma el futuro es el presente.
El mantra de la firma es clarísimo. Ruiz lo resume de esta manera: "Somos tecnólogos pero sobre todo identificamos necesidades”. Junto con su socio, el también gallego José Manuel Sanguiñedo, identificaron, tras dejar atrás el negocio de los reproductores MP3, que el mercado del futuro iba a estar robotizado. El primer producto que lanzaron fue un robot limpiacristales. La recepción fue mucho mejor de la esperada. El modelo ganó en 2017 como Mejor Producto en la categoría Puntos de Atención al Emprendedor (PAE) de los Premios del club de negocios de Zaragoza Melco. Al paso de los años han ido perfeccionando el modelo y ahora hay una línea donde la limpieza de los vidrios se puede controlar desde el móvil. “Lo que queremos es que, sobre todo, cualquier actividad que pueda representar un peligro sea sustituida por tecnología”, agrega Ruiz.
Pero para crear esas nuevas Robotinas, se tuvo que ampliar la mirada. Y pronto Smarttek lanzó más robots, bajo la marca SmartBot, para el hogar, aunque con distintas funciones. Para Ruiz, tras el limpiacristales, el otro hito para la firma fue el cortacésped inteligente. El SmartBot-M, que según cuenta “requirió un esfuerzo enorme para que funcionase la mecanización”. Puede podar la hierba en pendientes pronunciadas y puede seguir un patrón que se le indica desde el móvil. Con el valor añadido de no hacer ruido durante su tarea (en superficies que, dependiendo del modelo, pueden ser mayores de 1.500 metros cuadrados). Por este último artefacto, Smarttek ganó en 2015 el galardón como mejor producto del año en los Premios Cantábrico Excelente, que se entrega anualmente para reconocer a empresas de Galicia, Asturias, Cantabria, y Euskadi.
A esta línea también se le suma otro robot que puede ahorrar tiempo valioso cuando se trata de limpiar la casa. Así como se ha ido popularizando el uso de las rumbas, la compañía de Ruiz decidió darle una vuelta a esa idea y crear un dispositivo que haga lo mismo, pero además de aspirar, friega el suelo. Sobre cómo ha cambiado el mercado desde que sacaron el limpiacristales, el cofundador afirma que si bien es cierto que al principio “había que hacer mucha labor de evangelización”, el tiempo ha terminado por darles la razón.
Robot nebulizador contra el COVID-19
La pregunta es obligada en estos tiempos. Siempre que se habla de la economía en tiempos del COVID-19 se le plantea lo mismo a cualquier representante del sector privado: “¿Cómo les ha afectado? ¿Cómo se han adaptado?”. En el caso de Smarttek, los problemas son áreas de oportunidad. En septiembre salió a la venta el robot desinfectante, que nebuliza cualquier tipo de líquido homologado por Sanidad. El SmartBot se desplaza, con la ayuda de unos sensores, en superficies de unos 1.000 metros cuadrados. Al igual que otros productos de la firma, puede ser controlado a través de una app.
Si bien es cierto que el principal motivo por el cual se ha creado este nebulizador es ayudar a las oficinas durante la pandemia, Ruiz aclara que el robot está pensado para que siga siendo útil en el futuro. “La mascarilla llegó para quedarse. Lo veo en casos, por ejemplo, durante las próximas temporadas de gripe. Los Gobiernos y las empresas también harán hincapié en medidas de higiene en lugares concurridos”.