“Desde el principio fuimos una piña, y eso ha influido en que nos hayamos llevado el premio”. Yannick Sánchez es uno de los cuatro jóvenes estudiantes de la Escuela de Formación Profesional (del Grado Medio de Soldadura y Calderería) Virgen del Buen Suceso de León que integran Snow-Storm, el proyecto reconocido por FedEx Express dentro de la Competición Nacional de Miniempresas de Junior Achievement, la organización internacional sin ánimo de lucro más grandes del mundo dedicada a la educación emprendedora, la educación financiera y la orientación laboral. Hoy se conocerá al ganador de esta edición en la gran final de Belgrado.
6.300 estudiantes de toda España han participado este año en el programa, creando más de 1.192 empresas. En concreto, el premio FedEx Access Award reconoce a la empresa estudiantil que mejor ha demostrado con su proyecto aspectos vinculados a la innovación, el acceso a mercados globales, la contribución al desarrollo socioeconómico o la sostenibilidad ambiental.
“Empezamos como una idea mucho menos ambiciosa, pero un día una de las profesoras nos dijo que había presentado al concurso nuestro proyecto de fin de curso”, explica Sánchez, que reconoce que en lugar de las esperadas vacaciones, en las últimas semanas lo han dado todo para cumplir con los requisitos de la competición. “Había que hacer realidad lo que teníamos en papel. Nos ha ayudado haber elaborado una investigación de mercado que valoramos como esperanzadora ya que no existe otro vehículo igual, solo algo parecido en Canadá, y que habíamos adquirido algo de material”, añade el estudiante en conversación desde su descanso en el trabajo. “Ha sido terminar el curso y los cuatro hemos encontrado empleo”, dice Sánchez en alusión a la favorable acogida de su formación ‘ahí fuera’. “Encima me gusta lo que hago”. Esto no implica que no vayan a poner toda la carne en el asador en esa otra faceta, la emprendedora.
Una solución única
Snow-Storm es 100% eléctrica, energía que se encarga de la asistencia de pedaleo, que puede ser más o menos potente según la zona de uso, lo que lo hace sostenible con el medio ambiente. Asimismo, incluye ordenador de a bordo en el manillar, con datos sobre el modo de funcionamiento, GPS y un sistema de emergencia, entre otros estándares de seguridad. Tiene diferentes aplicaciones, desde el uso lúdico-deportivo hasta servicios de vigilancia del medio ambiente o rescate en montaña. “Lo que lo hace distinto es lo bien que ‘congenian’ el motor eléctrico con el pedaleo (pedalear recarga además la batería); puedes combinar ambas opciones o emplear una de las dos”, explica Yannick Sánchez. Snow-Storm tiene además la posibilidad de incorporar otros accesorios, como una camilla o un porta mochilas.
Los planes de la mini empresa pasan por acumular algo de capital e invertir. “Necesitamos material; una máquina de soldar, una plegadora de chapa, sierra de cinta, una engletadora….” Sánchez estima que el precio de salida del modelo de gama más alta rondaría los 3.000-3.500 euros y que su primer cliente potencial son las Estaciones de Esquí para, en una segunda fase, ir directos al usuario final. “Una vez las hayan probado querrán tener una propia”, afirma el joven, quien destaca que sus planes pasan por hacer vehículos casi a la medida de cada usuario, ya que los componentes y materiales pueden variar en cada caso.
Este verano quieren fabricar 15-20 unidades de su modelo más “lúdico” y hacer una primera quedada en una estación invernal para que públicos objetivos empiecen a testar Snow-Storm y que el boca a boca gane así potencia. “Conocemos a mucha gente, nos empiezan a parar por la calle… No queremos que esto quede en una anécdota, vamos a por todas con el proyecto”, concluye.