Ya en su etapa como estudiante de ingeniería técnica industrial en química, Sofía Pérez optó por conocer mejor el mundo los alimentos en un mix de interés y premonición si tenemos en cuenta que hoy lidera el área de I+D de Calidad Pascual en plena revolución digital.
Una beca de la Universidad de Santiago para estudiar la licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos cierra por un tiempo el círculo formativo ‘oficial’, pero su curiosidad está más viva que nunca. “Es un campo que me apasiona y durante estos años he complementado mis conocimientos en desarrollo de productos, ingredientes, nuevas tecnologías, análisis sensorial, etc. Me gusta aprender e introducirme en nuevas disciplinas que considero imprescindibles en este sector”.
Su periplo profesional empieza en un centro tecnológico dependiente de la propia universidad gallega para después dar el salto a la empresa privada donde ocupó un puesto transversal -comercial, marketing, calidad, industrial, investigación-. “Valoro mucho esta etapa porque me dio la oportunidad de poder tener una visión global, algo que considero imprescindible”.
¿Qué tendencias son materia obligada para las grandes empresas agroalimentarias?
Son varias las que impactan en nuestro sector pero, sin duda, es imprescindible tener en cuenta el interés del consumidor por productos seguros, éticos, naturales y sostenibles.
Un consumidor evolucionado…
El consumidor de hoy en día cada vez está más preocupado por su salud, por lo que come y por cómo se produce. Esto hace que en estos años se haya trabajado mucho en el ámbito de los alimentos funcionales o de los alimentos formulados para grupos poblacionales específicos como niños, mayores o diabéticos.
¿Esfuerzos que se extienden a lo largo de toda la cadena?
No solo se ha trabajado en las propias matrices de los alimentos, en conocerlas o caracterizarlas mejor, sino también en muchos ingredientes que pueden aportar algún tipo de funcionalidad concreta. Todo ello sin olvidar algo muy importante en alimentación: el sabor. La organolepsia es uno de los parámetros más importantes en el desarrollo de nuevos productos.
El interés del consumidor por cómo se producen los alimentos ha hecho que se avance en otros ámbitos como son el bienestar animal, las nuevas tecnologías, las características de diferentes nutrientes, etc.
Entonces, ¿comemos mejor que hace unos años o comemos diferente?
Creo que comemos mejor. La industria alimentaria ha ido evolucionando proporcionándonos mejores alimentos, de mayor calidad y, sobre todo, seguros.
Solo tenemos que fijarnos en como el progreso en el sector agroalimentario ha hecho que, por ejemplo, los intolerantes a la lactosa puedan seguir consumiendo productos lácteos, existan las bebidas vegetales, dispongamos de productos sin necesidad de frío para adaptarlos a nuestro ritmo de vida, de productos específicos para diabéticos, para la reducción del colesterol…
En esta línea, ¿qué avances ha acometido Calidad Pascual de forma más reciente?
En el ADN de la compañía está la innovación. Fuimos la primera empresa en introducir en nuestro mercado la leche UHT, las mezclas de zumos con leche o el yogur pasteurizado.
Recientemente hemos trabajado en diferentes productos; el vaso “on the go” sin necesidad de frío, tanto en productos lácteos como en productos vegetales. Lo último es el desarrollo y la llegada al mercado de una familia de smoothies vegetales, The Goods, con más verdura que fruta .
En el sector agroalimentario existen muchas vías de trabajo en personalización o funcionalidad, y estoy segura de qué pronto veremos novedades dentro de estas tendencias.
Sin salir de tu ámbito de actuación, ¿cuál es vuestro vínculo con proveedores, empleados y con el ecosistema emprendedor?
Tenemos una fuerte conexión con todos estos actores, desde nuestra área de innovación disruptiva se dinamiza la iniciativa de Pascual StartUp, toda una plataforma de contacto con el ecosistema emprendedor nacional.A finales del año pasado se puso en marcha una plataforma de intraemprendimiento dentro de la compañía que nos conecta de forma activa con nuestros empleados.
Con nuestros proveedores colaboramos de manera activa buscando sinergias, trabajando en conjunto en nuevos desarrollos…
Por último, como mujer STEAM, ¿qué medidas favorecerían una mayor igualdad de genero en el segmento tecnológico?
Aunque es verdad que cada vez hay más mujeres con estudios universitarios, es muy diverso el reparto entre las diferentes disciplinas, siendo el ámbito de las ciencias, matemáticas e ingeniería donde el porcentaje es más bajo.
El último dato que he leído acerca de la proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador en España es de un 39%, y si nos trasladamos al personal investigador en el ámbito empresarial, el porcentaje cae a un 31% aproximadamente.
Crece el número de mujeres en laboratorios y universidades, pero son pocas las que lideran grupos de investigación, centros científicos, o departamento de I+D en el ámbito empresarial, y esto es algo que creo que seguro cambiará en el futuro.
Es muy importante eliminar los estereotipos empezando por los más jóvenes, y sin duda apoyar la conciliación como un puente de flexibilidad entre lo laboral y la vida familiar y no como una limitación para crecer profesionalmente.