Impulsar la Food Industry 4.0 es aún una asignatura pendiente en la que se sigue trabajando para conseguir una industria alimenticia más segura y con procesos más rápidos y eficientes de la mano de las nuevas tecnologías. Es el caso, por ejemplo, de la conservación de los alimentos, donde uno de los retos pasa por determinar con más rapidez y exactitud su vida útil.
En este ámbito se enmarca el nuevo software desarrollado por AINIA. Basado en modelos matemáticos predictivos, permite predecir la vida útil de los alimentos poco perecederos, así como comparar entre diferentes lotes y validar su vida útil, con mayor rapidez. Por el momento, este nuevo sistema ya se ha testado para predecir la degradación de snacks, galletas y purés de frutas o vegetales. Según estimaciones de la propia compañía, este nuevo software beneficiar a cerca de 12.000 empresas del sector a nivel nacional.
Juan Pablo Lázaro, técnico del departamento de información y telecomunicaciones de AINIA, ha explicado que “este software busca canalizar toda la información que proviene de los datos del laboratorio sobre distintas estabilidades y parámetros físico-químicos, sensoriales e incluso nutricionales en distintas condiciones de humedad, temperatura, apertura y cierre del envase”. A partir de esos datos, ha añadido, se pueden definir “modelos que nos permiten tomar decisiones sobre el límite de la vida útil del producto” y el control de calidad de los mismos.
Un sector que necesita innovar
Actualmente, para medir los parámetros necesarios para determinar la caducidad de los alimentos, se realizan los denominados estudios acelerados o ASLT que, sin embargo, tienen un cierto margen de error. Por eso Marta Gisbert, del departamento de nuevos productos de AINIA, ha indicado que “la industria alimentaria necesita innovar en el diseño de productos y hacerlo de forma más rápida que la competencia, pero al mismo tiempo, precisa asegurar los criterios de calidad y vida útil, así como los requerimientos del consumidor”. Por ello ha destacado que este nuevo software permitirá “anticiparnos y obtener la información sobre cómo se va a comportar el producto y qué caducidad va a tener en mucho menos tiempo”.