El software que ayuda a diseñar ciudades más amigables

Un equipo internacional en el que participan investigadores de Brasil y Estados Unidos desarrolla un sistema capaz de analizar el movimiento de ciclistas y peatones
Software ciudad

Un equipo internacional en el que participan investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, Estados Unidos) y de la Universidad de São Paulo (Brasil) ha desarrollado un software capaz de analizar el desplazamiento de ciclistas y peatones por la ciudad. Con esta herramienta, disponible de forma gratuita en línea, los responsables de definir estrategias de movilidad podrán generar acciones seguras para estimular formas no motorizadas de movilidad urbana y crear ciudades más amigables con el medio ambiente y las personas.

“Hemos hablado extensamente con planificadores de transporte y movilidad de Boston (EE. UU.), y São Paulo (Brasil) antes de desarrollar el software para entender sus necesidades”, ha afirmado Fabio Kon, profesor del Instituto de Matemáticas y Estadística de la Universidad de São Paulo(USP). De acuerdo con él, el software se distribuye como uno de código abierto y es el técnico quien incorpora los datos de su ciudad específica.

“Muchas ciudades en el mundo tienen datos abiertos sobre sistemas de bicicletas compartidas. Estos datos pueden ser usados en combinación con nuestra herramienta por los expertos para llevar a cabo investigaciones científicas sobre la movilidad urbana con bicicletas”, ha añadido.

El software se nutre de uno de los análisis de datos más grande de ciclistas y peatones que se haya realizado hasta ahora. Los investigadores utilizaron los datos generados por usuarios de bicicletas compartidas, así como una aplicación de caminata georreferenciada en la ciudad de Boston. Aunque, según los expertos, la metodología se podría aplicar y adaptar a otras ciudades del mundo.

“Con base al análisis de diferentes conjuntos de datos será posible identificar qué impide el aumento del flujo de ciclistas y peatones en la ciudad y, por tanto, proponer nuevas estrategias y acciones”, ha asegurado Kon a la Agencia FAPESP. Los expertos están hablando con la empresa Traffic Engineering Company para analizar los datos de São Paulo, ha detallado Kon.

Para crear este software, el equipo desarrolló una técnica para el análisis de datos georreferenciados de 260.000 viajes peatonales de casi 6.000 usuarios, entre mayo de 2014 y mayo de 2015, así como 800.000 viajes en bicicleta. Los resultados fueron publicados en la revista Journal of Transport Geography.

Peatones y ciclistas, ignorados

“Históricamente, las ciudades han invertido en estructuras viales, especialmente para automóviles, y transporte motorizado individual. Sin embargo, hoy se sabe que alentar a las personas a caminar y usar la bicicleta como medio de transporte trae beneficios para la salud, hace que las ciudades sean más humanas y propicias para vivir juntos, además de reducir las tasas de contaminación”, ha afirmado Kon.

Esta preocupación ha cambiado las políticas y formas de pensar acerca de las ciudades en varias partes del mundo. Pero, según el estudio, pese a que los desplazamientos a pie o en bicicleta se reconocen cada vez más como una solución a los problemas urbanos, existe todavía una falta de investigación centrada en vehículos no motorizados y casi ninguna sobre la comparación del comportamiento de los peatones y ciclistas, “debido a la dificultad para obtener datos de calidad”, ha agregado Kon. 

Más infraestructura 

“Si las ciudades quieren promover el uso de bicicletas como medio de transporte, deberán invertir en carriles para bicicletas. En Boston notamos que las personas no se sienten seguras o cómodas cuando llueve o nieva, situación en la que además el riesgo de sufrir un accidente con un coche es mayor. Si hubiera más infraestructura, el número de usuarios no se reduciría tanto estos días”, asegura Kon.

De acuerdo con los datos, los ciclistas viajan un poco más que los peatones, mientras que estos últimos tienden a caminar unas pocas cuadras dentro del mismo vecindario. Además, según el estudio, en los días calurosos hay más viajes en bicicleta que a pie pero cuando llueve o hace frío, estos viajes se reducen. Los peatones son más regulares, pese a que llueva, no dejan de caminar, solo descansan los días muy calurosos.

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