Ayudar en la prevención de enfermedades derivadas del envejecimiento celular. Éste es el objetivo que persigue el proyecto SENIOR, desarrollado por la Asociación de investigación de la Industria Textil (AITEX). Y para ello, están trabajando en el diseño y desarrollo de productos textiles funcionales para las personas mayores que van desde la indumentaria y el calzado hasta el textil hogar.
Según ha explicado José Gisbert, técnico de Materiales y Sostenibilidad de AITEX, el proyecto actúa en dos ámbitos: la piel y la mejora de la calidad del ambiente. Por una parte, se centra “en el mantenimiento y mejora de la salud de la piel y de las condiciones que permitan que no se deteriore, manteniéndola fresca, seca, aséptica y sin puntos de presión”. De esta forma, permitirán una mayor aireación de la piel, alejará de la misma el sudor “y demás humedades que puedan reblandecerla sin que sufra roces agresivos o evitando abrasiones continuadas” y, en caso de rotura, existirán las “las condiciones perfectas que ayuden a su regeneración”.
El otro aspecto en el que trabaja la iniciativa consiste, ha afirmado Gisbert, “en la mejora de la calidad del ambiente que rodea a las personas para que el deterioro corporal normal debido al envejecimiento, no se vea agudizado por elementos inherentes a la atmósfera que les rodea”. De hecho, en opinión de este técnico, “los textiles pueden ser de ayuda en la descontaminación de la atmósfera interior de las viviendas, absorbiendo y descomponiendo los gases tóxicos que en ellas se presentan, llamados COVs o Compouestos Orgánicos Volátiles producto decalidad del ambiente
los procesos de cocinado o limpieza”. Además, hay dos líneas de investigación abiertas para atenuar la cantidad de ondas electromagnéticas que penetran en los hogares y para la magnetización de textiles.
Para ello se recurrirá a tecnologías “enteramente textiles” puesto que, tal y como ha destacado Gisbert, “el reto es la adaptabilidad de nuevos materiales empleados en otros sectores a dichos procesos, así como la adaptación de los mismos para poder transformar en tejidos las materias primas. Tal es el caso de las líneas de investigación relativas a la mejora de la calidad del ambiente, como pueda ser la utilización de metales para realizar tejidos y su posterior magnetización”.
Actuar de forma pasiva
Los tejidos, ha concluido Gisbert, actuarán de forma pasiva de tal forma que “si no existen contaminantes u ondas electromagnéticas, los tejidos no las absorberán, descompondrán o reflejarán, o si no hay bacterias sobre la piel de las personas, el tejido no realizará más función que la que se espera de un tejido normal, actuando sólo en caso de la aparición de los microoganismos”.