SOUJI es el primer líquido a base de compuestos minerales y vegetales que, al mezclarse y agitarse en las proporciones correctas con aceite usado, da como resultado jabón. Esta reacción, conocida como saponificación, es lograda en un solo minuto, en frío y sin ningún agente corrosivo.
La idea nace del ingeniero Medioambiental Sergio Fernández, CEO y cofundador de la startup junto a Catalina Trujillo. “No es sencillo dar salida en casa a un agente tan contaminante como el aceite usado. Los contenedores de reciclaje no siempre están cerca y existe cierto desconcierto”, explica Trujillo en una entrevista con Innovaspain.
Gracias a sus conocimientos en química, Fernández logró una primera formulación. “Era una evolución del método tradicional con el que generaciones anteriores fabricaban su propio jabón. El problema principal radicaba en el empleo de sosa cáustica, muy corrosiva, y por tanto en la necesidad de utilizar guantes, gafas…No era una opción viable”.
Aquella primera propuesta quedó estancada, pero los impulsores de SOUJI se propusieron ir mucho más lejos. Para ello contactaron con la Universitat Ramon Llull y el Instituto Químico de Sarriá (IQS), y empiezan a codearse con expertos en saponificación.
Las ventajas de un producto único
Después de tres años de investigación, en 2019 comienzan a comercializar SOUJI en forma de producto después de patentarlo en la UE y 12 países más. “Si hacemos una analogía, podemos pensar en un jabón de Marsella -o cualquier otro que saponifique desde aceite- cuya capacidad de limpieza es muy elevada. También sorprende el aroma, un punto al que hemos dedicado mucho I+D. A nadie le gusta oler a aceite usado”.
Otro punto a su favor puede generar cierta desconfianza en un primer momento. “SOUJI es un producto multiusos: detergente, lavavajillas y friegasuelos”, apunta Trujillo. “Es un tema cultural y de marketing. En España no estamos acostumbrados, preferimos individualizar los usos, mientras que países como Alemania demandan este tipo de productos”.
La fórmula puede ser adquirida en la tienda online de SOUJI, en diferentes market place como Amazon y en una red de más de 80 tiendas, casi todas especializadas en productos ecológicos, repartidas por todo el país, incluyendo algunos supermercados Carrefour con producto BIO.
Más apoyo hacia la empresa comprometida
Catalina Trujillo admite que es un buen momento para una propuesta como la suya, pero no oculta que la inflación y la necesidad de apretarse el cinturón a la hora de llenar la cesta de la compra les ha influido negativamente. “La gente es consciente de la importancia de tomar decisiones ante el cambio climático. Valora los productos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente, pero, por desgracia, ante otras prioridades, la ecología pasa a un segundo plano”.
En este sentido, la cofundadora echa en falta apoyos, “de todo tipo”, procedentes de las administraciones públicas. “Emprender en España ya en sí misma una tarea complicada al margen del sector. La cuota de autónomos, los costes de contratación… en general se trata de un sistema muy complejo y no creo que la nueva Ley de Startups resuelva gran cosa. Del dicho al hecho hay mucho trecho, y los emprendedores necesitamos avances reales que nos hagan la vida más fácil”.
Su condición de empresa comprometida con la circularidad y diferentes premios europeos de emprendimiento innovador no se han traducido en ayudas concretas. “Es decepcionante que una innovación desarrollada íntegramente en España haya recibido más interés fuera -desde el gobierno británico les ‘invitaron’ a moverse a las islas- que dentro de nuestras fronteras”.
eco-Disruptive
Los obstáculos no impiden que SOUJI goce de una excelente salud. La startup fue una de las elegidas entre muchas candidaturas para ser parte de la segunda edición de eco-Disruptive, el programa de Sanitas y Bupa que promueve el talento para la innovación. Los propios empleados votan estos días qué solución se hace con el premio definitivo, consistente en prestar servicios a la compañía.
Para este proyecto, SOUJI ha evolucionado y adaptado su propuesta inicial. “Les hemos presentado un electrodoméstico, algo así como una Nespresso del jabón”, detalla Catalina Trujillo. El nuevo desarrollo está destinado a optimizar el rendimiento de los recursos dentro de las cocinas industriales del grupo Bupa. “La idea es que con el residuo del aceite terminen limpiando las instalaciones de la empresa. La máquina ofrece la opción de adaptar la fórmula a distintos usos. También hemos modificado la formulación para que el color sea azul, igual que el corporativo de la empresa”.
Explorar nuevos mercados
Ganen o no, el SOUJI van a industrializar la máquina. Quieren aprovechar el trabajo acometido desarrollando el prototipo funcional y de paso entrar en el sector HORECA. Otras oportunidades a explorar han sido identificadas en los grandes cruceros o en la intervención de la compleja gestión del aceite usado en geografías insulares.
Con el producto doméstico, Trujillo avanza que SOUJI pretende ganar peso internacional en Reino Unido, Alemania, Austria o Suecia. “Son países que emplean aceite y donde la conciencia ambiental es elevada. En paralelo, trabajaremos en la mejora continua”, concluye.