STS Transfer Line es la empresa de origen valenciano que cuenta con una solución homónima que promete revolucionar el sector portuario. Se trata de una grúa sostenible, que acaba de obtener la patente internacional, que promete mejorar la productividad en un 160% y que podrá escanear de forma automatizada el 100% los contenedores sin ningún tipo de coste logístico.
Ricardo Moncho, director de marketing y ventas de STS Transfer Line, es quien aporta los principales datos sobre la grúa sostenible. Según él “están muy contentos”, ya que, después de cuatro años de avances en I+D o de haber podido patentar este sistema internacionalmente, “estamos convencidos de que vamos a multiplicar tanto la seguridad como la eficiencia de los puertos”. Y es que, al parecer, “STS Transfer Line es a la industria marítima lo que el freno ABS a la industria de la automoción”.
“El poder escanear el 100% de los contenedores, mejorar la productividad en más de un 160%, disminuir el CO2 en al menos un 50% o presentar ahorros energéticos superiores al 70% pues es muy importante para nosotros, como también el poder completar todo este abanico de beneficios con esa mejora de la operatividad de los puertos”, asegura el representante de la compañía.
Además, Moncho promete que su grúa sostenible no sólo permite ahorrar un promedio de 15 euros por contenedor -que se traduciría, en un puerto con 6 millones de movimientos, en más de 94 millones de euros de ahorro al año, sino que también garantiza una seguridad “sin precedentes”.
“La capacidad de detectar de manera automática, y además sin costos adicionales, cargamentos ilícitos lleva el valor de STS Transfer Line más allá de las cifras, el poder garantizar que no haya un atentado es muy importante para nosotros y creemos que es una apuesta no sólo para el puerto, sino para los gobiernos”.
Cómo funciona la grúa
La grúa sostenible de STS Transfer Line funciona mediante “un sistema automatizado de transferencia entre tramos rectilíneos”. “Es la definición técnica de un modelo Ship To Shore (de barco a muelle) muy particular: evita el balanceo de la carga, por lo que también es más seguro; facilita el trabajo, ya que el gruista solo tiene que estar pendiente de que no haya ningún elemento bajo; y es más productivo, al permitir tanto un mayor número de grúas trabajando simultáneamente en el mismo barco, así como el tráfico de vehículos auxiliares con circuitos independientes”, explica.
Según él, son consecuencias directas de la innovación en el giro mecanizado de la carga de 90 grados en torno a su eje vertical, que se realiza al inicio de la transferencia y que origina tanto el proceso de escaneo como el de la total automatización.
Asimismo, su eficiencia energética está directamente relacionada con un sistema de contrapesos entre cargas útiles -básicamente, similar al de un ascensor-. El contenedor de bajada actúa como contrapeso del contenedor de subida del lado opuesto. De hecho, un estudio realizado por los ingenieros del proyecto establece un ahorro energético que alcanza cifras mayores al 70%.
Es más: más allá de todo el ahorro tanto energético como de costes, el sistema de contrapesos tiene un impacto positivo directo en la vertiente medioambiental. “Únicamente gracias a este mecanismo específico se consigue reducir las emisiones de CO2 al menos en un 51%”.
Por su parte, en cuanto a la sostenibilidad, Víctor Barberá, el mismo CEO de STS Transfer Line, afirma que los números en los puertos son “abrumadores”: “La cantidad de barcos, de contenedores y toneladas que entran y salen son inimaginables. Sólo en un puerto con un tráfico como el de Valencia todas las grúas fueran como proponemos, la disminución de la huella de carbono equivaldría a plantar más de 250.000 árboles”.