“Queremos cambiar la visión del mundo”. Pero antes de dar forma a este objetivo, en 2019, Víctor Rodríguez, optometrista, trabajaba en su tesis doctoral en el Instituto de Óptica del CSIC cuando entró en escena la serendipia. “Estábamos inmersos en un experimento y nos sorprendieron unos extraños efectos de color a los que nos empeñamos en dar una explicación”, detalla Rodríguez en una entrevista con Innovaspain. Comprobaron que una aberración cromática del ojo hace que los diferentes colores se enfoquen en distintas zonas de la retina. Desde ese punto de partida, el investigador y su equipo han desarrollado un nuevo instrumento oftálmico capaz de proporcionar una graduación visual 2 veces más precisa y 5 veces más rápida que la obtenida en el método convencional.
A lo largo de estos seis años, SureVision se ha revestido de evidencia científica con varios artículos (uno de ellos, destacado entre los mejores de 2023 por la prestigiosa Optica Publishing) y varios reconocimientos -como el de la Fundación para el Conocimiento Madri+d- tanto a la calidad de la tesis como a la solidez del proyecto. “En paralelo, hemos afinado la tecnología hasta llegar a una prueba de concepto óptima. Ahora tenemos la certeza de que se trata de método rápido y preciso. También sencillo: el paciente solo ha de identificar y minimizar el parpadeo, y el sistema es capaz de darle su graduación visual”.
Disrupción
SureVision rompe con 200 años de un método de graduación visual, la identificación de letras, muy manual y con espacio para el error. “La graduación visual consume la mayor parte del tiempo del clínico y genera cierta frustración entre los pacientes. Nuestra propuesta -bautizada oficialmente como refracción subjetiva directa- consta de una lente que permite cambiar el foco muy rápido. En combinación con la aberración cromática del ojo -los azules se enfocan antes que los rojos- y un test de colores, obtenemos pistas de parpadeo y efectos de color. Es todo más fácil para el paciente y para el clínico, que explica el método y valida el resultado”.
Víctor Rodríguez añade que el proyecto tiene una importante componente social. “Eliminamos el alfabeto de la prueba de graduación visual. Identificar y minimizar el parpadeo es una tarea que se puede acometer de manera similar en todo el mundo. También podemos ofrecer soluciones a medida para personas que no son capaces de leer letras o con necesidades especiales. Por otro lado, la velocidad y sencillez de la prueba y del dispositivo, facilitan el acceso a estas pruebas a millones de personas que antes no se habrían planteado graduarse la vista, ya que todo dependía de una prescripción y del tiempo dedicado por un clínico. Mejoramos la salud visual y nos anticipamos a problemas, como la ceguera prevenible”.
Llegar al mercado
Los planes ahora pasan por constituir SureVision como empresa, ultimar un prototipo clínico del dispositivo que se parezca mucho al que llegará al mercado, llevar a cabo su testeo con cientos de personas –“son muchos los clínicos que quieren probarlo en Reino Unido, España, Singapur y otros países”- y superar los trámites que exigen las autoridades sanitarias antes de llegar al mercado. “Queremos seguir generando evidencia para derrocar las reticencias que puedan surgir entre los propios optometristas”.
A completar este proceso con éxito contribuirá que sean parte de COMTE-Innovación (versión EnVALOR). El programa de Fundación General CSIC tiene por objeto valorizar los proyectos tecnológicos y el conocimiento del personal investigador del CSIC y de otros organismos de investigación madrileños, a partir de los resultados protegidos o susceptibles de protección de sus proyectos de investigación. Durante 12 meses, SureVision se beneficiará de una mentorización intensiva y de un plan de acompañamiento, aceleración, asesoramiento jurídico, vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva. COMTE-Innovación también les ayudará en la búsqueda de financiación tanto pública como privada.
Rodríguez admite que otra de las claves que han permitido llegar hasta aquí ha sido cruzarse con Carlos Dorronsoro, coinventor de SureVision y su supervisor de tesis en el laboratorio de Óptica Visual y Biofotónica del Instituto de Óptica del CSIC. Investigador de espíritu netamente emprendedor, Dorronsoro es artífice de otros proyectos empresariales. “Tuve la suerte de caer en un lugar donde la vocación es transferir la innovación a la sociedad. Desde el principio absorbí esa filosofía. La investigación debe tener sentido y beneficiar a las personas. SureVision es un proyecto en el que hemos trabajado mucho y bien, y eso se nota en el posible impacto que puede generar”.
