El espacio exterior y el fondo del mar, las dos últimas fronteras de la humanidad. Casi igual de desconocidas. Pero estarán más cerca que nunca en Marbella. La ciudad andaluza será la sede de la segunda edición del SUTUS (Space and Underwater Tourism Universal Summit), que se realizará del 22 al 24 de septiembre. El evento, organizado por universidad Les Roches, reunirá a líderes internacionales para debatir sobre dos nuevos hitos del turismo: el cosmos y las profundidades. No como el futuro, sino como el presente. Carlos Díez de la Lastra, director del campus en la Costa del Sol, lo resume así, sin atisbo de duda: “Hay dos áreas que hay que explorar más, lo que está encima de nuestras cabezas y debajo de nuestros pies”.
El formato del SUTUS será híbrido, con un evento de inauguración presencial y dos encuentros virtuales. Díez de La Lastra hace hincapié en que el evento no solo está dirigido a empresarios. También está abierto al público general. Además, contará con la participación de dos de las agencias espaciales más importantes: la NASA y la ESA (europea). Ambas habían asistido a la primera edición, en 2019, y se comprometieron a regresar para la segunda, que originalmente estaba planificada para 2020. El director general de Les Roches Marbella ha adelantado que hay conversaciones para que estén “todas las grandes”, como China y Rusia, así como las emergentes (Japón, Arabia Saudí e India).
Para Díez de La Lastra los simbolismos son importantes. Es por eso que la sede está en Marbella y no en los campus de Les Roches en China o Suiza. España, explica el director, es un eje que enlaza a Asia, África y Europa desde el Mediterráneo. Fue también desde la península ibérica donde salieron las grandes exploraciones que culminaron con el descubrimiento de América. “Y nos decíamos: ‘¿por qué no en Marbella?’. Igual que hace siglos, aquí se habla de conocer nuevos mundos”, relata el director. Sumado a lo metafórico hay también una razón pragmática: “La Costa del Sol es uno de los ejes turísticos más importantes del mundo”, agrega Díez de la Lastra.
Turismo bajo el agua, territorio inexplorado
Parecería una contradicción que el ser humano, una especie capaz de enviar robots a Marte, deje descuidado lo que está debajo del mar. Lo mismo ha pasado con el turismo. Díez de la Lastra coincide en que no se ha prestado tanta atención a las ofertas debajo del agua, como visitar ruinas o pecios —barcos hundidos—. “El turismo aeroespacial tiene más demanda que oferta que oferta. En el subacuático pasa lo contrario”. Y añade: “Hay que crear esa demanda”.
Una de las más grandes diferencias entre una y otra es que en el futuro cercano viajar a las profundidades se convertirá en una opción turística más alejada del lujo. En otras palabras, habrá más opciones de bajo coste. Mientras que sobrevolar la estratosfera seguirá siendo algo que pocos —poquísimos— pagarán. Díez de la Lastra agrega que cuando el valor de los viajes subacuáticos sea más asequible para el ciudadano de a pie, se tendrá que ofertar como parte de la oferta de los destinos con vistas al mar: “Este tipo de turismo está enganchado con el que se ofrece en las costas. Debe promocionarse como un atractivo más”.