A comienzos de este año, el alcalde de Bangkok, Aswin Kwanmuang, reconocía estar desbordado ante la persistente contaminación que sufría la capital tailandesa. El 30 de enero, más de 437 escuelas públicas tuvieron que ser cerradas debido a la niebla tóxica que cubría la ciudad. Punto de inflexión o no, lo cierto es que desde entonces Tailandia ha centrado sus esfuerzos en bajar posiciones en un ranking al que ningún país está orgulloso de pertenecer: el Índice de Riesgo Climático Mundial.
El Gobierno parece haber tomado nota de la situación de emergencia que comparten con otros países asiáticos como Filipinas o Japón. Por ejemplo, entre sus últimos esfuerzos, el ejecutivo de Prayuth Chan-ocha, ha buscado la ayuda de 230.000 voluntarios ambientales en su cruzada para ayudar a reducir las ingentes cantidades de plásticos que acumula el país.
La administración ha dado luz verde a una campaña de «no plástico» que comenzará el 1 de enero del próximo año, antes de la prohibición de las bolsas de plástico de un solo uso en 2021. Este plan pertenece a la llamada ‘Hoja de Ruta de Tailandia para la Gestión de Residuos Plásticos 2018-2030’, uno de los pilares de la estrategia a largo plazo del país, que con 2050 en el horizonte lejano, marca 2030 como el hito en el que habrán reducido las emisiones un 20-25 %.
La doctora Worawan Nakbanpot es una de las representantes del gobierno tailandés en la COP25. Pertenece a la iniciativa pública ‘Action for Climate Empowerment’, que depende del Ministerio de Recursos Naturales y Medioambiente. Entre los distintos temas que están presentando en Madrid sobre los progresos de Tailandia en la “implicación, aplicación y adaptación” de cuestiones medioambientales, Nakbanpot destaca a InnovaSpain que su primera gran preocupación tiene que ver con el “mantenimiento y la utilización del agua”, seguido de “la administración de la basura y la reducción del plástico”
La representante pública explica que estos son días para concienciar, también en su país. “Ayer (por el miércoles) fue el día del medioambiente, hoy es el día de la Tierra y el próximo 12 de diciembre ponemos en común distintas problemáticas para debatir en torno a ellas”.
El golpe de timón
En 2014-2015, coincidiendo con los acuerdos de París, Tailandia comenzó a diseñar una estrategia que no cristalizó hasta 2018. “Entonces fuimos capaces de determinar qué sectores nos necesitaban más”, señala Nakbanpot. La Nationally Determined Contribution (NDC) trabaja en 4 verticales distintas: sector energético, transporte, procesos y residuos industriales, y residuos municipales. En paralelo, el National Adaptation Plan (NAP) pone el foco en la seguridad de la agricultura y la alimentación, la citada gestión del agua, el turismo, la salud pública, los recursos naturales, los asentamientos humanos y la seguridad.
Para llevar a buen puerto esta estrategia, Nakbanpot considera que los tres grupos más importantes son “el gobierno, los empresarios y los medios de comunicación”. “Estamos intentando dar un mensaje claro a cada sector. Hay que reconocer que el ámbito privado pone más de su parte y lo hace mejor que la administración porque tiene un claro propósito comercial. El gobierno dirige parte del transporte y la logística, pero son las empresas las que más se involucran”, concluye.
Contribución española
El empresario Javier Goyeneche, fundador de la marca de moda sostenible ECOALF, es también el impulsor del proyecto ‘Upcycling the Oceans’, con el que ha conseguido involucrar a 3.000 pescadores españoles y recuperar más de 400 toneladas de basura de nuestras aguas. “Donde no estamos es porque no hay arrastre”, afirmaba Goyeneche hace unas semanas. “Los grandes protagonistas de la iniciativa son los pescadores. Ayudan de forma desinteresada”. Cada semana, ECOALF recoge los contenedores de los barcos y los lleva a plantas de categorización de residuos, donde son separamos. La empresa se queda con las botellas de plástico.
‘Upcycling de Oceans’ también ha llegado a Tailandia en colaboración con una empresa del gobierno central. “Allí el problema de España se multiplica por 10. Hicimos una prueba con 1.000 buceadores y en un solo día sacaron 7,5 toneladas de basura”. La administración central tailandesa reconoce que actualmente sólo gestiona entre un 20 y un 25 % de la basura, de la que apenas recicla un 3 %. “Nos topamos con familias que vivían de recoger la basura en las islas, así que les dejamos gestionar nuestros contenedores y les compramos nuestra parte”.