La compañía Talgo ha resultado elegida en la adjudicación de Adif para crear un tren laboratorio de última generación que sea capaz de llevar a cabo la inspección y el mantenimiento de las redes ferroviarias de España. El nuevo proyecto de Talgo, bautizado como Dr. Avril, consistirá en un tren de seis coches y dos cabezas tractoras de ancho variable por si sale del país –recordar que las vías en Españas son diferentes al canon europeo–, podrá llegar a una velocidad de 330 kilómetros por hora y contará con una potencia de 8.000 kilovatios.
Pero no solo deberá desarrollar este tren laboratorio, dotado de todas las últimas tecnologías de Talgo; además, la entidad deberá encargarse, durante cinco años, de todo el servicio de mantenimiento integral de las líneas ferroviarias españolas, del suministro de sistemas –y los subsistemas y piezas de parque– y de toda la dotación interior con instrumental de detección y auscultación dinámica de alta tecnología, por lo que el importe de la adjudicación ha subido hasta los 39 millones de euros.
El tren laboratorio –“que sigue la costumbre japonesa de designar como “Doctor” a todos sus trenes de mantenimiento”, apuntan– tiene la capacidad “para detectar cualquier tipo de imperfección en la infraestructura, por pequeña que sea”. Asimismo, difiere de otros tipos de trenes de alta velocidad por la anchura de sus coches, además de por “su piso bajo continuo y a nivel de andén”. Esta anchura, explican desde Talgo, será “crucial” para mejorar la ergonomía de los puestos en los que los técnicos de Adif realizan sus trabajos a bordo del tren laboratorio, a menudo a velocidades superiores a los 300 km/h”.
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Según Talgo, los trenes laboratorio como Dr. Avril son “una parte fundamental” de la operación de un sistema ferroviario moderno. Así, no solo garantizan la máxima seguridad y calidad en la explotación, sino que “permiten establecer sistemas de mantenimiento predictivo e incluso basados en redes neurales y machine learning, con el objetivo final de que la red de transporte de alta velocidad esté siempre a la disposición de los múltiples operadores ferroviarios con los que pronto contará el sector”, aseguran.
Por otro lado, cabe destacar que este tren laboratorio se une a los otros ya proporcionados por Talgo, concretamente tres: dos automotores diesel para una velocidad máxima de 220 kilómetros por hora, y el anterior a Dr. Avril, basado en el Talgo 350, que cuenta con ancho de vía fijo –al contrario que sus dos predecesores y el tren laboratorio actual– y suministro eléctrico por catenaria para una velocidad máxima de 363 km/h.