Talgo ya tiene el certificado de evaluación de conformidad definitivo de su tren de alta velocidad AVRIL. Dos años han tenido que pasar para que puedan empezar a usarlo, tras múltiples pruebas e inversiones (unos 50 millones de euros durante ocho años).
“En nuestros días, el desarrollo tecnológico debe ir de la mano del cuidado del medioambiente para crear productos sostenibles tanto económica como energéticamente. Con la apertura del mercado europeo, los operadores ferroviarios se verán obligados a reducir sus costes de operación y el ratio de coste de inversión por pasajero. Por esto, hemos querido adelantarnos al futuro de la industria ferroviaria y poner a disposición de nuestro país el AVRIL: un tren más rápido, eficiente, ligero y sostenible que ahorrará costes energéticos y de mantenimiento a los operadores, conservando además el espíritu ecológico que rige nuestro tiempo y el de las generaciones futuras”, declara Carlos de Palacio, presidente de Talgo.
El nuevo tren de alta velocidad ha alcanzado registros de “velocidad máxima sostenida” de 363 kilómetros por hora con “rodaduras de ancho fijo” y de 350 kilómetros por hora con “rodaduras de ancho variable”. Esto significa que este nuevo tren es más rápido y más adaptable a cualquier tipo de necesidad del operador que cualquier otro. Además, cuenta con soluciones técnicas nunca antes aplicadas y probadas en un tren de estas características, como son la antes citada tecnología de cambio de ancho de la rodadura (que le permite circular tanto por vías de alta velocidad de ancho estándar europeo como por vías convencionales de ancho ibérico) y unos coches más anchos que los que circulan por Europa, lo que le dotan “de un espacio útil para los viajeros muy superior al de cualquier tren de un solo piso”, apuntan desde la institución.
Este cambio de ancho de la rodadura “es la primera vez se aplica a la muy alta velocidad”, aseguran. Esto significa que el AVRIL conseguiría llevar antes la alta velocidad al País Vasco, Galicia o Asturias, sin necesidad de construir carriles adicionales hasta que se termine la vía de alta velocidad en todo el recorrido. Más lugares que recorrer; más pasajeros en el tren (además de que los vagones son más grandes).
Desde la compañía declaran que esta certificación no solo es un triunfo para Talgo, sino para “toda la industria de nuestro país” ya que es un tren desarrollado, hasta el más mínimo detalle, en España.