Los agricultores tienen un sexto sentido. Cualquiera que haya ido al campo con un jornalero veterano lo sabe. Algunos ven el cielo e intuyen cuándo va a llover, otros comprueban las hojas del cultivo y saben qué enfermedad tienen, varios pueden predecir las cosechas o saber hasta qué altura crecerán dependiendo del fertilizante. El todo en uno no existe… hasta ahora, ya que Talptech -una spinoff del BSC– cuenta con una tecnología llamada Talpo que es capaz de hacer todo esto y más.
“Nuestra tecnología analiza e identifica las variables relevantes del cultivo en tiempo real como lo haría un agrónomo experto y las envía a la nube, proporcionando información valiosa sobre la cosecha”, explicó el investigador del BSC Eduardo Quiñones, creador de la tecnología y socio fundador de Talptech, en la presentación de la spinoff del BSC.
Según él, el análisis en tiempo real permite “aplicar la dosis justa de pesticida y fertilizante, según las necesidades de cada planta, así como detectar precozmente enfermedades y deficiencias de nutrientes y otros aspectos esenciales para una gestión eficiente y sostenible de los cultivos”.
Asimismo, Quiñones destacó el potencial de Talpo, pues “este disruptivo dispositivo ofrece a todas las explotaciones agrícolas, independientemente de su tamaño y del conocimiento tecnológico de los agricultores”. Y es que, como aseguró, al permitir ajustar las dosis de pesticidas y abonos a la variabilidad natural de los cultivos, “el agrónomo digital Talpo ofrece una mejor caracterización y planificación de la producción agrícola, mejorando por tanto la sostenibilidad económica y ambiental de las explotaciones”.
Menos pesticidas, más producción
En el dossier sobre Talpo se señala que en este 2024 ya ha habido un primer prototipo que se ha probado en viñedos, olivos, almendros y manzanos. Y, de hecho, se ha podido demostrar que usando esta tecnología se puede ahorrar “hasta un 40% en el uso de pesticidas y abonos”, lo que significa más beneficios medioambientales y, cómo no, económicos.
Su interfaz es “simple e intuitiva” y está hecha para que cualquier agricultor pueda manipularla, independientemente de sus habilidades tecnológicos. En definitiva, recuerdan que es como un agrónomo experto con herramientas de supercomputación aplicado para agricultores.
De todos modos, no es una aplicación sacada del BSC, sino mucho más: cuenta con cámaras, una unidad de cómputo avanzado, GPS y comunicación con la nube, aseguran en el documento. “El dispositivo puede instalarse fácilmente en tractores, quads u otros tipos de vehículos agrícolas, proporcionando alarmas e información en tiempo real de cultivos intensivos como vid, frutales y olivos que permiten caracterizar cada planta individualmente”.