Pocas personas son conscientes, cuando se suben en el asiento detrás del volante y arrancan el coche, de que están poniendo en marcha una máquina que puede matar a alguien. Puede bastar con una pequeña mirada al móvil. En 2020, en Estados Unidos murieron al día alrededor de nueve personas víctimas de la conducción distraída, que puede causar hasta dos millones de siniestros al año en ese país. En España, es la principal causa de accidentes de tránsito. Este es el problema que Ryan Frankel, CEO de la estadounidense This App Save Lifes (TASL), busca resolver. La startup, finalista en los VI Premios de Innovación de la Fundación MAPFRE, se aproxima a la tarea de forma distinta: a través de la gamificación y las recompensas.
Frankel supo hacer limonada de uno de los peores limones de su vida. Era una mañana de 2015 en Nueva York. “Me iba a reunir con el director ejecutivo de la compañía que compró mi primer negocio. Estaba montando en bicicleta porque siempre empezaba el día haciendo algo saludable, activo y al aire libre. Entrenaba para un triatlón Iron Man”, cuenta a Innovaspain por videollamada. Un conductor distraído interrumpió su paseo al saltarse un semáforo en rojo mientras enviaba un mensaje de texto. “Tuve suerte y pude ver que venía hacia mí, así que me desvié y evité la colisión directa. Pero volqué el manillar de la bicicleta y me fracturé la cadera y el codo”, explica.
“El fundador, creador y constructor que hay en mí quería resolver ese problema”, argumenta. Entonces ideó una aplicación que siempre está activa en el ‘fondo’ del móvil. Cuando el usuario alcanza una determinada velocidad, empieza a registrar la actividad que realiza en el teléfono: qué aplicaciones abre y cuánto tiempo las mira. Luego le asigna o quita unos puntos de recompensa de acuerdo con su responsabilidad a la hora de conducir. Esos puntos se convierten en promociones y descuentos en restaurantes, tiendas de ropa o incluso supermercados.
TASL está integrada con Waze, Google y Apple Maps, por lo que usar las herramientas de navegación no restará puntos. Este mismo principio funciona con las llamadas en manos libres y las aplicaciones para escuchar música o pódcast. Sin embargo, si el usuario navega en la web, mira redes sociales o escribe un mensaje de texto, perderá puntos y, en última instancia, recompensas.
Lo que Frankel encuentra más innovador de su aplicación es este sistema de premios y recompensas, contrario al punitivo con el que normalmente se busca frenar estas conductas. El CEO argumenta que los conductores saben que no deben hacerlo, pero pueden y lo harán. “La gente no quiere que le digan lo que no debe hacer”, agrega, y cuenta que con eso en mente se preguntó: “¿Podríamos, como empresa, demostrar que somos capaces de reemplazar un comportamiento peligroso por uno mucho más gratificante y adictivo?” Eso fue exactamente lo que hicieron. “Los castigos no funcionan. Las tasas de conducción distraída alcanzan proporciones épicas”, explica.
Proteger a los más vulnerables
Su éxito ha alcanzado proporciones épicas: ya han evitado cientos de accidentes y lesiones. “Pronto podremos decir que hemos salvado vidas a diario”, explica con una sonrisa. Sus usuarios han conducido más de 200 millones de millas (322 millones de kilómetros) de forma segura: “Hemos utilizado el poder de la gamificación, de las recompensas y de las donaciones para alentar a las personas a mantener la vista en la carretera y no en sus teléfonos”.
En base a ese éxito, TASL ha creado un segundo producto para integrarse en su app: un portal para que los padres puedan controlar la conducción de sus hijos adolescentes —en EEUU la edad legal de conducción es 16 años en muchos estados— y programar recompensas propias por sus puntos. Frankel explica que, usando ‘The Parent Portal’, además de los descuentos de empresas como Shake Shack, Reebok o Amazon, los jóvenes también pueden “recibir lo que mamá y papá quieran patrocinar: una mesada extra, una hora de regreso más tardía, entradas para un concierto o un partido de fútbol”.
La ideal del portal está relacionada con los dolorosos datos detrás de los accidentes provocados por distracciones, según explica el CEO de TASL. “La conducción distraída afecta de manera desproporcionada a los más jóvenes, por lo que la combinación de nuestra aplicación y el portal para padres genera un gran ecosistema para protegerlos”.
Un modelo de negocio win-win
Cuando se trata de una aplicación con tanto poder en el móvil de los usuarios, preocuparse por la privacidad es natural, especialmente con una aplicación de descarga gratuita. Frankel es tajante: TASL no comparte los datos de sus usuarios bajo ninguna circunstancia. “Hay todo tipo de empresas que nos han dicho: «¿Pueden decirnos cuándo un conductor pasa por nuestras tiendas locales para que podamos enviarle un anuncio?», y explica que TASL no cree en ese modelo. “Si perdemos la confianza de nuestros usuarios, perdemos la posibilidad de hacer las vías más seguras”, zanja.
En su lugar, ha apostado por un modelo win-win. Las empresas pagan por la posibilidad de presentar recompensas en sus aplicaciones a cambio llevar consumidores a sus locales. El CEO indica que normalmente, al aproximarse a un nuevo posible socio, le otorgan tres meses gratuitos en la app. “Luego demostramos, a través de los datos que capturamos, que podemos ser una fuente de tráfico para los negocios”.
“Para ellos es obvio”. Generalmente las personas gastarán más dinero en sus tiendas porque ya tienen las recompensas, además los consumidores están cada vez más interesados en que las empresas sean “buenos ciudadanos corporativos” y se pueden posicionar como tal a través de la app y el portal de recompensas.
Frankel añade que, además, se están abriendo hacia clientes corporativos como empresas de transporte y logística. “Se enfrentan a una responsabilidad real. Entonces, lo que hemos construido en TASL es muy valioso para ellos”, asegura. Asimismo, están empezando a negociar con aseguradoras para las que es muy conveniente tener clientes que conduzcan responsablemente.
Una oportunidad de crecer
Fue precisamente por ese canal de negocios que TASL decidió participar en los Premios Innovación de Fundación MAPFRE: “Nos involucramos por la combinación de la presencia de MAPFRE Seguros y el hecho de que tienen esta fantástica oportunidad de Innovación social”, dice el CEO. “Es una excelente oportunidad para exponer al mundo lo que estamos haciendo como empresa para hacer las carreteras más seguras”.
Es innegable que ya lo han hecho y cuentan con estadísticas para probarlo. “Nuestros miembros han canjeado cientos de miles de recompensas. 15.000 hamburguesas de Shake Shack. Galletas de todo el mundo de Insomnia Cookies”, explica, pero está más orgulloso del programa de caridad que permite a los conductores canjear sus puntos en forma de donaciones financieras a organizaciones seleccionadas por la empresa. “Los miembros de TASL han canjeado cientos de miles de puntos a cambio de donaciones a No Kid Hungry, Back on My Feet y Meals on Wheels”, explica.
El CEO no puede ocultar la alegría en sus ojos: “Es emocionante ver eso como fundador. No se trata solo de recompensas. Se trata de mejorar el mundo. En lugar de ganar una recompensa directamente para ellos mismos, intercambiaron esos puntos para poder hacer mejores contribuciones caritativas. Eso es increíble”.