La “fábrica consciente”, una constante evolución en la industria

Tecnalia presenta un nuevo modelo de fábrica flexible donde se integran tecnologías robóticas, sensores y sistemas de inteligencia artificial
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El futuro ya ha llegado. Si la Revolución Industrial fue un proceso histórico, parece que todavía no tiene fin. Tecnalia ha presentado en la Bienal Internacional de Máquina-Herramienta (BIEMH) un nuevo proyecto que promete cambiar el paradigma del sector industrial. Se trata de la “fábrica consciente”, un concepto de unión de tecnologías en donde se integra la robótica, los sensores y los sistemas de inteligencia artificial para dotar de mayor flexibilidad a las empresas.

“El concepto de ‘fábrica consciente’ nace como una visión hacia la que convergen las diferentes líneas de innovación que venimos impulsando desde Tecnalia en el ámbito de la industria inteligente”, explica Mikel Niño, responsable de estrategia en fabricación inteligente de Tecnalia.

Fruto de la estrecha colaboración con la industria y de optimizar la conexión entre sus retos y los nuevos avances tecnológicos que surgen de la cada vez mayor integración de la fabricación física y la parte digital, identificaron que la innovación tecnológica debe habilitar, “más que una revolución industrial, una evolución constante de la empresa industrial, con un enfoque mucho más adaptativo a los nuevos requerimientos que van surgiendo en un contexto cambiante”, indica Niño.

Así, esa visión evolutiva de la industria pasa “necesariamente por “una fabricación altamente avanzada y automatizada en la que, como se ha mencionado anteriormente, diversas tecnologías robóticas, sensores y sistemas de inteligencia artificial se integran en la fabricación y trabajan juntos para optimizar y gestionar todo el proceso de producción, en constante comunicación con las personas.

“De esa manera -continúa-, la fábrica evoluciona progresivamente hacia un organismo autogestionado que entiende, sugiere, se comunica, propone y reacciona, adaptándose a los cambios para optimizar el uso de recursos, y que opera comunicándose más allá de la fábrica hacia otras instalaciones y agentes de la cadena de valor”.

Cómo funcionan estas fábricas

Esta “fábrica consciente” se organiza bajo cuatro ejes de transformación que permiten esa evolución industrial. “Es una tecnología al servicio de la persona pues se adapta a los procesos naturales de las personas: le hablo, le explico, le hago gestos, la guío de la mano… y, gracias a la integración de los desarrollos más avanzados, la tecnología me entiende y me da respuesta a mis necesidades de una manera mucho más cercana a mis procesos normales de comunicación”.

El segundo eje se encuentra en una producción adaptativa y flexible pues, como indica Niño, la fusión extrema de la fabricación física y la parte digital les permite desplegar un esquema flexible y fluido de producción que se adapta dinámicamente a los cambios en requerimientos de fabricación. “Y donde la fábrica gana ‘consciencia’ de lo que pasa a su alrededor en todos sus elementos y se adapta en consecuencia”, apunta el portavoz de Tecnalia.

Asimismo, es una fábrica extendida y ubicua. Lo explica: “El impulso a la conectividad y a las tecnologías de remotización y teleoperación permite romper las barreras de la presencialidad y gestionar la fabricación en múltiples ubicaciones y controlar múltiples activos productivos al mismo tiempo desde un único punto”.

Y el cuarto eje se encuentra en este ecosistema industrial de colaboración, pues el futuro de una industria resiliente pasa por innovaciones desarrolladas en colaboración con toda la cadena de valor, donde todos los implicados en estos ecosistemas industriales cada vez más complejos colaboran y construyen valor de manera compartida. “Esta visión destaca Niño- también se extiende a los ecosistemas de ‘Open Innovation’ donde las entidades que desarrollamos innovación construimos valor de esa misma manera”.

Su papel ante las empresas

Ante la pregunta de cómo se adaptaría a las diferentes necesidades de los sectores industriales, diversos, la misma “fábrica consciente” tiene la respuesta. Y es que es adaptativa por definición.

El responsable de estrategia en fabricación inteligente de Tecnalia cuenta que el camino a través de estos ejes de transformación es progresivo y, en función del grado de digitalización y automatización de partida de cada empresa industrial y de su priorización estratégica -lo que también puede verse condicionado por el sector o cadena de valor industrial en la que se ubique-, podrá ir avanzando con innovaciones alineadas con unos u otros ejes, entendiendo que, en última instancia, “será necesario progresar en todos esos frentes para consolidar su posición competitiva dentro de los ecosistemas industriales del futuro”.

Asimismo, recuerda que colaboran con más de 950 empresas industriales, el 73 % de ellas pymes, para la implantación de soluciones tecnológicas alineadas con estos cuatro ejes de transformación, hacia esa nueva visión evolutiva de la industria inteligente.

“A modo de ejemplo, en el stand de Tecnalia de la presente edición de la BIEMH contamos con innovaciones realizadas con otras compañías como una aplicación de programación por voz de las tareas de manipulación flexible de un robot humanoide, un asistente digital para el servicio de asistencia técnica, una solución de planificación y ejecución de trayectorias en tiempo real, nuevos sistemas de fabricación flexible como la célula robótica híbrida o una aplicación de autodiagnóstico de máquinas”, enumera Niño.

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