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Tecnalia: la actitud para que Europa gane la carrera por la innovación

José Tomás Palacín

Tras ocho años de investigación y colaboración con pymes, la corporación ha conseguido una gran rentabilidad: por cada euro invertido en su I+D+i se produce un ingreso de seis

tecnalia

La innovación europea tiene que sobrevivir. Estados Unidos, Japón, Corea del Sur o Rusia lideran la carrera en un mundo tecnológico que se está reconstruyendo continuamente. El renacimiento industrial está al alza, pero no como solíamos entenderlo: ahora son la tecnología, la innovación, los datos y la industria 4.0 los que marcan las directrices de la economía mundial. Este hecho no es nuevo.

Hace ocho años, en el País Vasco, surgió un centro privado de investigación y desarrollo tecnológico que tenía como objetivo “mejorar la vida de las personas en el mercado europeo”, su destino natural. Desde entonces, ha trabajado con más de 7.000 empresas, el 75% de ellas pymes. Por cada euro que han invertido en I+D+i, se ha producido un ingreso de seis euros en su cuenta de resultados. Hablamos de Tecnalia.

“Fue una apuesta necesaria, también arriesgada, de ocho centros tecnológicos para dimensionar sus capacidades en un entorno económico e industrial complejo, y reforzar su oferta tecnológica al servicio de una industria competitiva”, explica Emiliano López Atxurra, presidente de Tecnalia. “Nuestros resultados solo han sido posibles gracias al trabajo e implicación de los tecnólogos y también está permitiendo que pueda evolucionar a una organización más eficiente y competitiva en el sistema tecno industrial europeo”. 

Porque ésa es la gran cuestión: sus miras hacia Europa. De hecho, es la primera organización privada a nivel nacional en contratación, participación y liderazgo de proyectos del Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea. Según López Atxurra, además, Tecnalia se ha consolidado como la segunda organización estatal en cuanto a los mismos parámetros anteriores. En este período, obtuvo un total de 228 proyectos, de los cuales lideró 47, colaborando, por el camino, con 230 empresas españolas.

“Tras esta experiencia –asegura–, podemos afirmar que somos capaces en áreas claves para el renacimiento tecno-industrial europeo y, al mismo tiempo, somos aliados porque tenemos capacidad de cooperar. Es un hecho que el escenario europeo es nuestro hábitat natural. Y a partir de 2021 más si cabe. Debemos prepararnos para ello y nuestra solidez tecnológica está incardinada con nuestra capacidad de estar en proyectos tractores”.

Las pymes y Tecnalia: una relación necesaria

Los retos y oportunidades de Tecnalia se relacionan con la fabricación avanzada, la energía baja en carbono, la salud y el envejecimiento, el mundo digital e hiperconectado, el hábitat urbano, el cambio climático y la escasez de recursos; en definitiva, con todo lo que tiene que ver con el desarrollo económico y social. Su gran valor: la apuesta con las pymes, una elección nada casual.

El mismo presidente considera que, en el perímetro del mercado natural en el que han estado desarrollando su actividad estos años, el principal actor industrial es la pyme (en términos comunitarios). “Nuestra misión es ser agentes tecnológicos activos para que la empresa industrial sea competitiva y las pymes representan el 95% del tejido empresarial vasco”, argumenta. 

Las pymes, tanto para el mundo innovador como para la economía del país, son el eslabón clave de la cadena productiva nacional, y necesitan que sus productos se adapten a las necesidades que demanda su mercado natural. De hecho, son las pymes las que suelen apostar más por la innovación tecnológica en sectores como la movilidad o la energía. En consecuencia, López Atxurra cree que “nuestro futuro (tanto el de Tecnalia como del ecosistema de las pequeñas y medianas empresas) depende de esa innovación. Un buen termómetro para una empresa es que esté articulada por los ingredientes que le hacen tener futuro: conocimiento, colaboración, esfuerzo, inversión y organización eficiente”.  

Un año de innovación

Tecnalia ha creado el primer laboratorio industrial de Blockchain, una instalación pionera en Europa en la que las empresas pueden experimentar, ver demostraciones y casos de éxitos reales o realizar ensayos de soluciones tecnológicas y modelos de negocio relacionados con esta tecnología. En este centro se ensayan desde plataformas de participación y voto electrónico hasta sistemas de trazabilidad para los sectores de energía, fabricación o automoción. Además, se procede a la puesta en marcha de estas soluciones tecnológicas para llevar a cabo su implantación en el tejido empresarial. Sus áreas de actuación: la socioeconomía, la protección de la propiedad intelectual y la industria 4.0.

laboratorio blockchain tecnalia
Instalaciones del Laboratorio industrial Blockchain de Tecnalia.

Tampoco se puede obviar la relación de Tecnalia con este último ámbito. De hecho, una de las tecnologías clave por las que la corporación apuesta para impulsar la transformación de las empresas en industrias 4.0 es la fabricación aditiva, en la que están inmersos desde hace más de una década.

“La demanda creciente de productos en series cortas altamente personalizadas –explican–, junto con la necesidad de una mayor rapidez en los ciclos de diseño y desarrollo de piezas, hacen de la fabricación aditiva la tecnología con más potencial del momento: prototipado rápido, mayor libertad de diseño, reducción de tiempos de manufactura y de inventarios, alta personalización y flexibilidad, hibridación de materiales…”.

El mundo 4.0 (industria, estrategia, laboratorios farmacéuticos) es una de las grandes especialidades de Tecnalia. Pero, no se puede dejar de hablar de su relación con el mundo de la robótica. Así, sus innovaciones han llegado hasta el Gobierno de Estados Unidos, concretamente al Laboratorio Nacional de Idaho (INL) del Departamento de Energía, para quienes han desarrollado una nueva clase de robot para la manipulación de materiales radioactivos. Estas operaciones se realizan de forma remota (para proteger al operador), con manipuladores mecánicos que son “difíciles de controlar, poco intuitivos y con capacidades limitadas para orientar y trasladar las piezas entre diferentes espacios y pruebas”. 

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En junio de 2018, Neiker-Tecnalia obtuvo harinas de microalgas para su uso como ingredientes alimentarios saludables y de alto valor nutricional.

El futuro de la compañía

Aun así, López Atxurra se queda, de 2018 –y también de estos últimos años– con “haber estabilizado el barco en términos financieros, lo que conlleva el reconocimiento al esfuerzo de los tecnólogos que lo han hecho posible”. Según él, sin este esfuerzo no sería posible la solidez necesaria para la evolución de la organización con el objetivo de reforzar capacidades tecnológicas y su orientación al mercado. 

¿Y el futuro? “Nuestro futuro pasa por el deseo, la necesidad y la obligación, si quieren sobrevivir, de las empresas por adaptarse a un mundo nuevo, a una Europa cuya industria estará marcada por la digitalización y la servitización. Tecnalia debe ser un actor que les guíe y ayude en su transformación. No hay innovación si no hay empresas tractoras y el proceso de reacomodo al nuevo entorno de competitividad tecno-industrial tanto en el ámbito doméstico europeo como global, nos obliga a pensar y actuar diferente”.  

El presidente de Tecnalia cree que el futuro de la innovación, “como todo”, pasa por la actitud. “No hay recetario. Si hay voluntad de evolucionar para construir futuro, habrá innovación. La innovación es consecuencia de un clima. No hay avance tecnológico sin espíritu de colaboración y clima de innovación. No hay innovación sin la decisión de asumir riesgos. No hay innovación sostenible sin organización eficiente”. Para López Atxurra y para los principales expertos, hacia estos objetivos está orientada la tecnología de la próxima década. 

Este reportaje ha sido publicado en la edición impresa del Anuario de la Innovación en España 2018