No son ataques fortuitos a determinados edificios. Se trata de una auténtica plaga urbana que puede llegar a dañar cascos urbanos muy importantes de España. Hablamos de las famosas termitas y del trabajo que hace el centro tecnológico Tecnalia para localizarlas y vigilarlas tras su expulsión.
Josu Benito es el responsable del área de Ingeniería de la Madera de Tecnalia, y cuenta que este servicio que brindan desde su área nace de la necesidad de acometer la problemática de los cascos urbanos afectados por termitas subterráneas. «En España —explica— el problema es generalizado, siendo muy serio por las consecuencias económicas que genera al degradar las estructuras de madera, más acusado por su densidad de edificaciones de madera en cascos antiguos y multitud de ensanches construidos hasta principios del siglo XX».
Para ello, llevan a cabo un proceso completo dividido en cuatro fases: activación, inspección, tratamiento y vigilancia postratamiento. Ya la primera se realiza con el aviso al ayuntamiento por parte de algún particular o alguna empresa de tratamiento. Tras ello, entra en juego otra innovación del centro, el llamado ‘Mapa de Termitas’.
«Somos expertos en inspección de estructuras de madera. Somos especialistas en la inspección de edificios antiguos de madera y generamos los Mapas de Termitas, que básicamente son planos que se grafían y diferencian los edificios y zonas verdes con ataques o actividad de termitas, entre otras cosas acordadas con el ayuntamiento», señala Benito.
En cuanto al formato del documento —informe con proceso, planos y fichas de los edificios— puede ser el deseado por el ayuntamiento de turno, usualmente un archivo digital que suele formar parte de la documentación que se aporta desde el consistorio en los concursos públicos para los tratamientos, «que nosotros no realizamos», especifica.
Cómo se inspecciona la madera
Según el portavoz de Tecnalia, lainspección de una estructura de madera puede tener muchos niveles de exhaustividad en función del objetivo de la inspección. En el caso de la fase de inspección del Mapa de Termitas, las inspecciones son de corta duración, unos 20 minutos de media, en los que se inspecciona la madera accesible de la estructura, escaleras, carpinterías, zonas verdes, etcétera, y también de los sótanos y plantas bajas. «La razón es que son los lugares con más humedad y zonas por las que las termitas usualmente entran a los edificios desde sus nidos que están en el subsuelo», indica Benito.
Así, el objetivo base de estas inspecciones es detectar ataques y actividad de termitas en el edificio, no detectar todos los puntos o gravedad del ataque en todos y cada uno de los elementos de madera presentes.
El objetivo principal del Mapa de Termitas es generar una documentación, lo más rápido y económico para el ayuntamiento, en la que se refleje el estado de situación de la infestación de termitas en las zonas determinadas por el consistorio, de forma que sirva como información suficientemente buena para formar parte de los concursos para el tratamiento.
«Como servicio extra, del que no podemos eludir responsabilidades —admite el responsable de este área—, al ser técnicos competentes especializados en estructuras de madera, si observamos alguna estructura con síntomas o señales de falta de capacidad portante, avisamos al ayuntamiento y propietarios para que tomen las medidas correspondientes».
En esta fase, las inspecciones que realizan en Tecnalia son fundamentalmente visuales y acceden a la madera con herramientas como punzones o picos de forma no agresiva, utilizando en ocasiones algún ensayo no destructivo como detectores acústicos o de movimiento. Este tipo de dispositivos especiales son más habituales en las fases de tratamiento, donde las empresas de este sector los utilizan para localizar más puntos de actividad en los edificios seleccionados, realizando unas inspecciones más precisas y extensas en tiempo.
No tratan, pero son indispensables
No sólo lo dicen ellos: el área de ingeniería de la madera de Tecnalia es experta en el diagnóstico y cálculo de estructuras existentes de madera, al igual que en el diseño de reparaciones y refuerzos de las mismas.
Eso sí, en su caso, como se ha mencionado anteriormente, no realizan los tratamientos. «Los tratamientos a nivel urbano los realizan las empresas de tratamiento colocando cebos de Inhibidor de Síntesis de Quitina (ISQ) en el interior y exterior de los edificios. Estos cebos se revisan periódicamente para controlar el nivel de consumo y rellenar los cebos con nuevo producto», afirma Benito. De este modo, controlando el consumo de los cebos y otros factores, se puede ir observando la evolución de la efectividad de los mismos.
Cabe recordar que la fase de tratamiento suele durar dos años, a pesar de que lo normal es que en menos de un año queden controladas las colonias de termitas. Luego, usualmente, hay una fase de vigilancia de otros dos o tres años para comprobar que no hay rebrotes, pero con visitas más espaciadas en el tiempo. Y, a partir de la finalización de la fase global de tratamiento, se recomienda una vigilancia continua para comprobar que no se producen reinfestaciones.