El clúster español de la cerámica necesita tener una mayor autonomía energética. La cuestión es cómo llevarla a cabo: y en eso está Técnicas Reunidas, que se encuentra trabajando en el proyecto ‘H2togreenceramics: Investigación aplicada para la generación de electrolizadores alcalinos que permitan la descarbonización de clúster cerámico en la Comunidad Valenciana’. La idea: investigar sobre el hidrógeno verde como una posible solución para esta autonomía.
La compañía no está sola en esta iniciativa. Participan también dos centros tecnológicos de la Comunidad Valenciana, como son el Instituto Técnico de la Cerámica (ITC, Castellón) y AIJU (Alicante), una empresa como es Proying XXI Ingeniería, dedicada a la fabricación de hornos de fritas -el material que queda tras el fundido de varios materiales- y quemadores, y una empresa usuaria final productora de fritas.
Desde Técnicas Reunidas explican que todos los colaboradores que trabajan en conjunto “cierran la cadena de valor del proyecto, desde la producción de hidrógeno renovable mediante electrólisis hasta su utilización en una aplicación industrial”. De todos modos, la iniciativa aún se encuentra en la primera fase -si bien, como informan, está “a punto de terminar”-.
Una fase en la que se ha instalado el electrolizador alcalino de 50 kilovatios (kW), desarrollado por la misma Técnicas Reunidas en la Planta Hipocarbónica del ITC, ubicada en Almassora (Castellón). Básicamente, un electrolizador es un dispositivo que puede separar las moléculas de agua tanto en hidrógeno como en oxígeno. El alcalino, por su parte, destaca por su eficiencia energética y su bajo coste, ideal para industrias como la de la cerámica.
Estudio del funcionamiento
Así, el electrolizador de la Planta Hipocarbónica hará que su hidrógeno sea conducido a un quemador -“concretamente, la cámara de combustión de la que dispone el ITC”, apuntan- para hacer ensayos experimentales. El objetivo: estudiar y ver cómo es “el funcionamiento en continuo del sistema electrolizador-quemador-cámara de combustión”.
Los estudios, por su parte, se harán mediante quemadores convencionales de la industria cerámica y sus toberas -componentes que controlan y conducen el flujo de gas-. Sólo así, señalan, las empresas podrán verificar el tanto por ciento de hidrógeno que es posible operar en sus propios quemadores, sin modificaciones ni adaptaciones.
“Además, mediante la cámara de combustión también es posible analizar la viabilidad técnica de la sustitución parcial o total del gas natural por hidrógeno como combustible en la cocción de baldosas cerámicas, a través de su cocción en contacto con las atmósferas generadas mediante la combustión de hidrógeno”, explican.
Siguientes fases
Por último, Técnicas Reunidas adelanta que en la segunda fase será cuando se desarrolle un nuevo electrolizador. Eso sí, este será avanzado y de una mayor potencia -500 kW, aseguran- que se colocará en una empresa de fabricación de fritas cerámicas, con el objetivo de probarlo en un entorno industrial a gran escala, más allá de las instalaciones del ITC.
Y finalizan: “En este caso, se llevará a cabo un estudio a escala preindustrial integrando el hidrógeno generado por el electrolizador en la red de distribución de la empresa, para realizar mezclas con gas natural hasta el 20% en volumen. Además, el oxígeno generado por el electrolizador también será introducido en la instalación de oxígeno disponible en la empresa, para ser utilizado como comburente [sustancia que oxida a un combustible] durante el proceso de fusión para la obtención de las fritas cerámicas”.