A partir de la utilización de diversas técnicas fotográficas de alta resolución como la fotogrametría y el modelado 3D por estructura, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han desarrollado un modelo tridimensional digital de la cueva sumergida de Hoyo Negro, en Tulum, Quintana Roo (México). Se reproduce así el fondo, los túneles y paredes de la oquedad donde en 2014 fue hallado el esqueleto humano conocido como Naia, el más antiguo y mejor conservado del continente americano.
Los detalles de estos avances han sido desgranados en una conferencia que ha impartido, Alberto Nava Blank, quien junto con Alejandro Álvarez y Franco Attolini descubrió en 2007 el sitio. Según sus palabras, debido a su complejidad y a la falta de luz para registrar la cueva, se ha tenido que recurrir a procedimientos diversos, entre ellos el ‘pintar con luces’ la oquedad mediante un registro fotográfico con tomas multidimensionales que, ya procesadas digitalmente, crean un mapa complejo del fondo de la cavidad y los túneles que la conectan.
Tras la captura detallada de las imágenes, el grupo de investigadores del INAH se han concentrado en la creación de software y han desarrollado programas específicamente para Hoyo Negro, con los que es posible ‘navegar’ entre las grietas del sitio. Es muy difícil distinguir, debido a la falta de luz, entre huesos y rocas, pues son casi del mismo color.
Esta tecnología desarrollada por el ingeniero Vic Petrovic, de la Universidad de California, en San Diego, e importante colaborador del proyecto, ha permitido a los investigadores tener acceso a visualizaciones que el ojo humano no es capaz de detectar, a través de estos modelos 3D.
Nava Blanck ha asegurado que ya se tiene registrado en 3D el piso del Hoyo Negro, cuyas dimensiones son de poco más de 60 metros de diámetro y 50 de profundidad, así como algunas paredes. Este avance se realizó en poco más de dos años, por lo que la conclusión final de la digitalización del sitio se llevaría casi el mismo tiempo.
El cráneo de Naia
Con la utilización de un escáner de luz estructurada, investigadores del INAH, adscritos al Laboratorio de Documentación y Análisis Tridimensional de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), han realizado un modelo tridimensional digital del cráneo, la mandíbula y algunas otras piezas óseas de Naia. Esto permitirá investigar y obtener más información del ejemplar sin poner en riesgo los restos óseos.
Estamos ante el esqueleto de una mujer que al morir tenía entre 15 y 17 años de edad y cuya antigüedad se calcula en 13.000 años aproximadamente. Ante la fragilidad que guardan los restos óseos y para continuar su análisis, se ha llevado a cabo un levantamiento tridimensional de las piezas, con lo que se an obtenido réplicas digitales precisas del cráneo, la mandíbula, el húmero, la clavícula y el omoplato, que reducen al máximo su manipulación.
De hecho, a partir del modelo tridimensional digital de los restos óseos de Naia, se quieren generar a medio plazo impresiones en 3D con fines de difusión.