La tecnología espacial, con sus satélites como protagonistas, se han convertido en una herramienta indispensable para la prevención y, en consecuencia, reducción de los desastres medioambientales. La observación de la Tierra proporciona información global, científicamente sólida e imparcial para una mejor comprensión de la crisis climática y para la toma de decisiones. En este sentido, el proyecto Copernicus se ha consolidado como un referente de innovación para lograr estos objetivos "gracias a su continua monitorización del estado de salud de nuestro planeta", como ha explicado Alberto Lorenzo, experto en Observación de la Tierra de Indra.
La empresa española es una de las principales embajadoras de Copernicus, que además de proporcionar una cantidad de datos sin precedentes a escala mundial que son la base de productos y servicios para prevenir los desastres medioambientales, también está abriendo la puerta a generar nuevos empleos. El propio proyecto cifra estos nuevos trabajos en 48.000 de aquí a 2030 gracias a su tecnología.
Pero sobre todo Copernicus está resultando especialmente eficaz en la reducción del riesgo de las catástrofes medioambientales en las zonas más vulnerables. Durante su intervención en la COP25, Lorenzo ha expuesto algunos ejemplos, como el tsunami que se produjo en Sulawesi (Indonesia) en septiembre de 2018. La isla fue sacudida por un terremoto de magnitud 7.5 que provocó un tsunami con olas de entre cinco y diez metros y la pérdida de 2.256 vidas. "Los datos recogidos por Copernicus fueron útiles para comenzar a reconstruir la ciudad", ha revelado Lorenzo.
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El proyecto logró datos relevantes en cuatro aspectos: detectar las capas de usos del suelo, conocer las zonas más susceptibles a inundaciones, conocer qué zonas se quedaron sin cobertura eléctrica e información sobre la estabilidad de los edificios semanas después del terremoto.
Lorenzo ha recordado el importante papel de Indra en otro proyecto relevante de la Agencia Espacial Europea (ESA) para reducir el impacto de los desastres naturales en países vulnerables, 'Observación de la Tierra para el Desarrollo Sostenible', que promoverá que bancos de desarrollo como el Banco Mundial y países vulnerables aprovechen el enorme caudal de información recogida desde el espacio para reducir los riesgos frente a grandes desastres naturales.