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Tecnología SMiD, seguridad y privacidad en la nube

SMiD Cloud

En el año 2011 se creó una empresa especializada en ciberseguridad que realizaba servicios de consultoría. Tres años después, anticipándose a lo que se avecinaba, decidieron convertirse en SMid Cloud, una compañía que, mediante una sencilla solución, propone el almacenamiento seguro de cualquier información en la nube para todo tipo de empresas.

“Nos dimos cuenta de que teníamos una gran capacidad para hacer algo con más alcance. Decidimos abordar el desarrollo de un producto dentro de una solución concreta”, afirma Valle Fernández, CEO de SMiD Cloud. Así, tras vivir la mala experiencia de una amiga en cuanto a problemas en la seguridad de su móvil, decidió que era el momento de crear la tecnología SMiD. Este software escalable, para todo tipo de usuarios, se ejecuta en un hardware dedicado, exclusivo para sus clientes. Un pequeño aparato pug and play que se conecta a la red local y que no necesita ningún tipo de instalación. “Todo evoluciona muy rápido, los problemas vienen deprisa, y hay gente que no tiene los suficientes conocimientos tecnológicos y que están expuestos a muchos riesgos; no sólo personales, sino también profesionales”, asegura Fernández.

Según SMiD, la nube es la solución perfecta: los datos no se pueden perder. Aunque, como afirma Fernández, con cualquier evolución también llegan los problemas. Y el problema es la privacidad: “En cuanto le das tus datos a un proveedor, le das todo el control de tu información. Tienes que confiar en que ese proveedor filtre la información, que la proteja, que asegure que no te la va a quitar nadie, o que no cambie su política de privacidad (algo que sucede muy a menudo) y se lo vendan al mejor postor”, destaca. Imaginaron una solución segura y sencilla, solicitaron un proyecto Neotec al CDTi, y ahora aseguran que el usuario mantendrá la privacidad de su información siempre.

Sólo se necesita una llave física para encenderlo, ya que cada dispositivo tiene una propia. La característica diferencial de la tecnología SMiD es que se puede utilizar con cualquier proveedor de almacenamiento, e incluso en webs públicas. Permite guardar datos en Dropbox, Amazon S3, Google Drive, etcétera, y genera unas claves criptográficas que son únicas en cada dispositivo. Al final, al usuario sólo le aparece como si fuera una unidad local externa. Fernández subraya que lo que hacen es “aplocar una solución de cifrado muy avanzada que hace inteligible la información, “un hacker puede llevarse la información, no leerla. Las claves de cifrado no viajan, están dentro del dispositivo, bajo el control del usuario”. En definitiva, SMiD acerca las soluciones de ciberseguridad, actualmente bajo las grandes compañías, a las medianas y pequeñas empresas.

De momento, ya han lanzado la versión pequeña de su dispositivo, SMiD Pro, a través de una campaña en Indiegogo (llevan el 79% del objetivo recaudado). Sus pedidos vienen de lugares como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Austria, Australia… y España.