Uno de los objetivos de la incorporación de las tecnologías emergentes a la vida pública en España es conseguir impulsar la calidad de los servicios que las Administraciones prestan a los ciudadanos y las empresas, además de lograr eficiencia en la propia gestión interna. Sin embargo, estos procesos llevan asociados una serie de retos y también riesgos y nuevas amenazas, como ha explicado en el marco del Digital Enterprise Show Fernando de Pablo, secretario general de Administración Digital del Ministerio de Política Territorial y Función Pública.
Bajo su punto de vista, los poderes públicos deben dar respuestas para lograr un uso de la tecnología que incorpore valores éticos y sea capaz de solucionar problemas cotidianos. "Al ciudadano no le interesa la tecnología o lo avanzados que estemos, sino que les ofrezcamos un servicio de calidad y eficaz", ha asegurado De Pablo. En este sentido, abordar la transformación digital en España con "la vista puesta en Europa" es, a su juicio, un aspecto fundamental para continuar por el buen camino, como demuestra el último Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI), que sitúa al país en el décimo puesto (sobre 28) y reflexiona, entre sus conclusiones, que "los resultados de España son buenos en conectividad gracias a la amplia disponibilidad de redes de banda ancha fija y móvil rápidas y ultrarrápidas y al aumento de su implantación".
Ante esta situación, De Pablo no saca pecho y alerta de que la transformación digital, no solo de España, sino de todos los países, no ha hecho más que empezar. "Triunfalistas no, pero derrotistas tampoco", ha expresado el secretario, asegurando que "la sociedad avanza más rápido que la Administración Pública. Por eso hay que estar constantemente innovando".
La revolución de la Inteligencia Artificial
Entre tantas tecnologías emergentes, De Pablo se queda con la Inteligencia Artificial (IA) como la que marcará la diferencia en España dentro de los servicios públicos. "Es la que más va a estar presente y nos ayudará a resolver y agilizar muchos procesos". Pensiones, salud, educación... Son muchos los ámbitos en los que la IA va a intervenir, siempre con el foco puesto en el ciudadano. "La tecnología tiene que servir para solucionar problemas, no de cara a la galería o para decir qué bien innovamos", ha insistido De Pablo.