El gran Vala Afshar, Chief Digital Evangelist de Salesforce, nos llama la atención en su cuenta de LinkedIn sobre el post que escribe en Zdnet acerca de los temas y sectores en los que se están produciendo innovaciones disruptivas en 2021. Hay que leerlo porque es esto en lo que tenemos que estar y aprender. El amplio resumen que hace del estudio que ha realizado ARK Invest sobre las tecnologías disruptivas de este año, que inicia su recta final, es más que interesante, sobre todo para evaluar las posibilidades de inversión o los cauces que elegirán en los próximos meses.
Como disruptivas que son, lo que se proponen es cambiar el mundo. Y las hay desde el deep learning hasta la terapia celular y genética, pasando por la reinvención de los centros de datos, el efecto bitcoin, la automatización de los procesos, la conducción autónoma en el campo de la movilidad, el sector aeroespacial, drones o la detección del cáncer.
Está bien tener en cuenta la lista de los 15 temas en los que se basa el estudio realizado porque es en estos sectores donde se centrará la inversión, el tema crucial para avanzar en el mundo de la innovación, no solo en España, sino en Europa: el gran reto conjunto para no alejarse, aún más, de Estados Unidos y China, los dos grandes ejes de la innovación mundial.
Esto no quiere decir que cada país pueda centrarse en temas que incluso no están en esta lista. Para España, no estaría nada mal también centrarse en el tema agroalimentario u otros nichos que, aunque fuera de estas altas tecnologías, son las claves del futuro. Cambiar el mundo se hace a través de la tecnología, pero no solo a través de ellas. Son precisamente estas nuevas tecnologías las que podemos y tenemos que aprovechar para entrar en campos que aseguran la viabilidad de la población mundial.
Aquí aparecen como más destacados sectores como el financiero, aeroespacial, movilidad y lo que denominamos como ciencias de la salud, pero no son los únicos. Tanto en estos como en otros nichos tendremos oportunidades si, además, podemos organizar mejor la investigación y no duplicar esfuerzos, teniendo a su vez más volumen de financiación.
La coordinación de estos elementos nos darán nuevas oportunidades de competir y, lo más importante, de no quedar atrasados. Ese tiene que ser el objetivo. Dentro del posible destino de las inversiones que se citan, para España es interesante el referido a la movilidad. Si en 2025, como se dice, se fabricarán en el mundo 40 millones de automóviles eléctricos, será importante para el sector. Como uno de los países punteros en la fabricación del producto a nivel mundial, las empresas involucradas tienen que estar en primera fila de la investigación.
La industria auxiliar del automóvil es vital para España y ahí tenemos a ilustres y destacados representantes. Igual que en la reinvención de los nuevos centros de datos, con unas posibilidades tremendas en núcleos como Madrid y Barcelona. La atención que hay que tener en estos momentos por parte de empresas y administraciones debe ser tremenda, empezando por el Gobierno.