Telefónica ha conseguido que el 100% de su consumo de electricidad en nuestro país ya sea renovable. Con ello, han convertido su red en “la más limpia del sector en términos de carbono”. De hecho, desde el año 2015 han reducido sus emisiones de CO2 en un 81% gracias a la compra de esta energía “con garantía de origen». Desde la compañía aseguran también que en Alemania y Reino Unido ya había conseguido este porcentaje.
Joaquín Mata, director de Operaciones, Sistemas y TI de Telefónica España, ha declarado respecto a este hecho que una de sus grandes palancas estratégicas es la conectividad excelente. “Y la excelencia tiene que ver también con conectarnos de la forma más beneficiosa para el medio ambiente. Nuestra apuesta por la eficiencia energética y la electricidad renovable no solo es compatible con la expansión de la red, la innovación y la calidad del servicio, sino que además nos ayuda a ser más competitivos”. Y, ¿cómo llegan a ser tan competitivos?
El Plan de Energía Renovable de Telefónica
Uno de los planes principales en el seno de la compañía de telecomunicaciones ha sido el Plan de Energía Renovable: ahora, el 47% de su consumo eléctrico a nivel mundial procede de fuentes renovables, lo que equivale al consumo medio anual de más de 763.000 hogares, evitando a la atmósfera 770.026 toneladas de CO2. “Ahora el reto es llegar al 100% en 2030”, subrayan. Así, esta estrategia reportará a Telefónica “un ahorro potencial del 6% en la factura de energía en 2020 y hasta un 26% en 2030, y evitará que lleguen a la atmósfera cada año alrededor de 1,5 millones de toneladas de CO2 en 2030”, subrayan.
Su plan (adaptado a los diferentes mercados en los que opera) se apoya, según la compañía, en cuatro líneas de acción: adquisición de electricidad renovable con garantía de origen; acuerdos de compra de energía a largo plazo (PPAs); acuerdos bilaterales de menor duración y autogeneración. El objetivo: “tener la mejor red, que permita ofrecer una conectividad excelente, no solo en términos tecnológicos sino también de eficiencia y sostenibilidad ambiental”.
Sus objetivos más concretos, para el periodo 2015-2020 (y avalados por la iniciativa Science Based Targets (SBTi), establecida en el Acuerdo de París) son: reducir en un 50% el consumo de energía por unidad de tráfico –objetivo ya alcanzado en 2017–; comenzar a desligar el crecimiento del negocio de las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuyéndolas un 30% en términos absolutos para 2020 y un 50% para 2030; ahorrar 90 millones de euros por proyectos de eficiencia energética y apostar por las energías renovables como fuente sostenible para el negocio, usando el 50% de la electricidad de fuentes renovables en 2020 y el 100% en 2030.