Telefónica ha presentado su libro ‘Level Playing Field. Las reglas de juego en el ecosistema digital’, una publicación que pretende, sobre todo, proteger los derechos de los usuarios en materia digital. Principalmente, tratan de forma analítica el concepto anglosajón level playing field, que traducido se refiere a que aquellas normas que rigen un juego deben ser las mismas para todos los participantes, de forma que el juego sea limpio.
“Los mismos servicios tienen que estar regidos por las mismas reglas, y los ciudadanos tienen que estar protegidos”, afirma Carlos López Blanco, director general de Asuntos Públicos y Regulación de Telefónica. El libro aborda temas como la privacidad y la seguridad, la economía, la fiscalidad… “Nos sujetamos a diferentes reglas para cada cosa (en el mundo digital). Todo viene de una regulación ocurrida en los años 90 y que hay que reformar, así que creemos que la normativa tiene que plantearse de una vez por todas. O aplicarlos a todos, o a nadie, o redefinirlo para esta nueva época”, declara.
Como, según López, “estamos inmersos en la revolución digital”, todo tiene que cambiar, sobre todo en la economía digital. Hasta ahora, ha sido todo un reto para todos aquellos que movían en ese sector, pero ya está afectando a todos los sectores de la economía. “Este es un fenómeno del que llevamos muchos años hablando. No va a ser un drama para la economía, no van a bajar los puestos de trabajo: es una gran oportunidad. Eso sí, tendrá consecuencias radicales en todo el marco en el que nos movemos”, asegura
“Lo que más nos preocupa es el distinto nivel de protección de los usuarios. No hay ninguna razón de peso para que unos usuarios tengan normativas diferentes para un mismo tipo de servicio. Las víctimas son los usuarios, no las grandes compañías”, afirma, ejerciendo como portavoz de la compañía de telecomunicaciones. Por ello, en el libro se habla sobre la creación de un posible mercado único digital en Europa y en Latinoamérica, ya que las barreras digitales están desapareciendo y hay que proteger a usuarios y compañías. “Es un problema normativo, pero también político y estratégico”, avisa. La solución, según la compañía: “jugar limpio”.