“El cambio climático no es algo que se pueda discutir, no es algo que se pueda cuestionar”. Así de tajante se mostró Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) en el último de los Biodirectos de Fundación Biodiversidad. En esta ocasión, el tema se centró en el negacionismo contra el realismo climático, si bien todos los expertos que acudieron -ninguno negacionista- mostraron su preocupación ante el futuro de estas dinámicas, que no se basan en el método científico.
Estos directos, que funcionan a modo de monográfico sobre cuestiones relacionadas con el medioambiente, tienen como objetivo ofrecer conocimiento científico, un conocimiento que ayude a entender y a afrontar la emergencia climática o la pérdida de biodiversidad. Desde la Fundación también pretenden que estos biodirectos sean un altavoz para insistir en la necesidad de apostar por un modelo social y económico más sostenible, respetuoso con la naturaleza, resiliente y con bajas emisiones de carbón.
“Sabemos que el cambio climático está allá, en nuestras puertas, en nuestras casas. Vivimos con angustia el incremento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Los datos constatados, registrados, de temperaturas por encima de lo normal, de intensidad de las precipitaciones, de periodos prolongados grados de sequía, son una realidad incontestable”, argumentó la ministra.
Además, según Ribera, el negacionismo está cada vez más presente en nuestra sociedad. “Va creciendo esa contestación, negando la realidad, negando los datos, la ciencia, insultando o acosando a los comunicadores en materia de clima, meteorología o ciencia, o incluso, buscando cómo retardar la acción colectiva”, lamentó.
“No estamos preparados”
Teresa Ribera apuntó también que la consecuencia del cambio climático en la vida cotidiana, en la solvencia de las infraestructuras -que pueden afectar a la integridad física-, la imposibilidad de sacar adelante cosechas, no tener una buena temporada turística o menor resistencia de los sistemas energéticos, son cuestiones que se deben abordar.
“De hecho, los estudios de los expertos más solventes en esta materia o la recopilación de información y actualización con arreglo a los modelos, tal y como hace la Agencia Europea de Medio Ambiente o la Organización Meteorológica Mundial, ponen de manifiesto que todavía no estamos preparados para los efectos que el cambio climático va a tener en nuestro día a día”, declaró la ministra, apuntando que tampoco estamos preparados en cuanto a la actividad económica.
En España, por ejemplo, la poca preparación ante el cambio climático podría provocar una pérdida de hasta el 18% del PIB en el año 2050, afirmó. “Hay que redimensionar y repensar nuestras ciudades, el modelo energético y la movilidad. Pensar en cómo conseguir que los agricultores de hoy sigan teniendo como titulares de sus pequeñas explotaciones mañana y pasado mañana a sus hijos y a sus nietos. Asegurar la disponibilidad de agua potable, generar empleo, actividad económica, formación”, enumeró.
Por último, Ribera enfatizó que hay que “responder y contestar frontalmente” a los negacionistas. “No caben los insultos. Quiero expresar nuestra solidaridad personal e institucional con los meteorólogos y comunicadores del tiempo, con científicos en torno al cambio climático, que están siendo objeto directo de amenazas por parte de esas personas”.
Unas personas, que “de manera absolutamente arbitraria y rechazable”, remarcó, “están incluso llegando a la agresión física (…) Ya no se trata solamente de negar la realidad, se trata de buscar explicaciones para retrasar la acción”.