Termómetro del comercio electrónico en América Latina

Por Ana Inés Basco. Esta columna fue publicada originalmente en el blog Más Allá de las Fronteras del BID

Buda, el príncipe que se convirtió en mendigo, afirmaba que lo único permanente en esta vida es el cambio. Hoy, a más de 2.500 años del paso del príncipe por este mundo, la velocidad de transformación nunca fue tan acelerada como ahora.

Además de la revolución digital, el comercio de América Latina y el Caribe enfrenta una coyuntura caracterizada por el enfriamiento de la demanda externa, la volatilidad de los mercados de los productos básicos y los efectos de las tensiones comerciales globales. En este marco, el comercio electrónico emerge como una fuerza de inmenso potencial para el intercambio comercial, a pesar de que es incipiente en la región.

Como parte de una alianza entre el BID, su Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) y Latinobarómetro, cada año realizamos una encuesta que ilustra las necesidades y demandas de América Latina. La última edición, publicada en la revista Nuevo Factor del Comercio, revela novedosos datos sobre el potencial del comercio electrónico en la región, en donde sólo uno de cuatro latinoamericanos realiza compras por la web.

El potencial del comercio electrónico

Entrevistamos a 20.000 ciudadanos de 18 países para entender, entre otras cosas, cómo los latinoamericanos se sirven del comercio electrónico en su vida diaria. Si bien las ventas de empresas a consumidores (B2C) en la región alcanzaron 47.000 millones de dólares en 2015, la participación de América Latina en el gasto en B2C global se situó en 2 %, siendo menor a su participación en el PIB mundial (7 %) y en el comercio internacional de bienes (6 %), según el Monitor de Integración y Comercio 2017.

La encuesta de Latinobarómetro arrojó estos datos:

  • Sólo el 26 % de los latinoamericanos realiza compras por la web o está dispuesto a hacerlo (Ver Gráfico 1). De estos, los que más compran y venden por la web son los hombres, los usuarios de smartphones y redes sociales, los de mejor situación económica y los más jóvenes. Los hombres superan a las mujeres (28 % vs. 23 %) en su uso. Asimismo, los usuarios de smartphone y redes sociales superan (34 % y 31 % respectivamente) a quienes no utilizan estas tecnologías (26 % en promedio).
  • Entre los jóvenes menores de 25 años, el comercio electrónico llega al 31 %, y en los mayores de 65 años desciende al 14 %. Alcanza su máximo entre las personas de alta capacidad económica (33 %) y su mínimo entre las más desfavorecidas (13 %).
comercio electrónico América Latina
Gráfico 1. Realiza o le gustaría realizar compras de productos o servicios a través del Comercio Electrónico.

Fuente: Latinobarómetro 2018.

  • Los países con población más ávida por utilizar el comercio electrónico son Venezuela y Costa Rica (47 % y 40 % respectivamente), mientras que los menos dispuestos a su utilización son Ecuador, Nicaragua y El Salvador (entre 13 % y 15 %).
  • El comercio electrónico goza de más aceptación en los países de más alto PBI per cápita, mayor cantidad de población usuaria de internet, y mejor índice de desarrollo humano, como Argentina, Chile, Uruguay, Costa Rica y Colombia.
  • El uso de plataformas digitales para generar ingresos es aún incipiente. Sólo el 9 % de los latinoamericanos reconoce haber hecho uso de ellas. El mayor nivel de utilización se presenta en Costa Rica (22 %) y República Dominicana (20 %), que contrasta con mínimos de 2 % de utilización en Nicaragua o 3 % en Paraguay (Ver Gráfico 2).
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Gráfico 2. Utilización de Plataformas Digitales para generar ingresos.

Fuente: Latinobarómetro 2018.

  • Seis de cada 10 latinoamericanos interpretan que el uso de la información privada en internet con fines comerciales representa una violación de un derecho humano básico. La cuestión de la privacidad y el uso de la información preocupa más a las personas de mayor nivel socioeconómico (68 % entre los grupos más favorecidos) y a los usuarios de smartphone (69 %) y redes sociales (67 %).
  • Adicionalmente, la encuesta encontró que el 73 % es usuario de redes sociales, el 89 % tiene teléfono móvil, y el 47 % tiene smartphone.
  • Los teléfonos celulares se han vuelto tan extendidos como el agua potable y los smartphones están más presentes que algunas tecnologías mucho más antiguas como los automóviles, el agua caliente o la calefacción. De hecho, el 80 % de los latinoamericanos que solo tienen una comida por día a menudo posee un teléfono celular y el 32 % posee un smartphone. La tecnología digital se ha convertido en una forma de conectar hasta los más pobres.

Los países de América Latina y el Caribe tienen una oportunidad enorme para avanzar en profundizar el uso del comercio electrónico.

No obstante, además de los desafíos que enfrenta el comercio tradicional, el comercio en línea se ve afectado por otras barreras como la ausencia de métodos de pago eficientes y seguros, los costos aduaneros y de transporte internacional, y las deficiencias en la logística. También se ve afectado por la inexistencia de un marco regulatorio que brinde las garantías y protección necesarios para realizar transacciones en línea.

Ahora bien, escuchar la voz de los latinoamericanos es fundamental para que los gobiernos puedan anticiparse a sus demandas y apoyar el desarrollo de herramientas inteligentes y personalizadas que contribuyan a incrementar el comercio e impacten positivamente en nuestras vidas. Que este avance tecnológico tenga un espíritu de servicio e inclusividad. Y lograr el deseo de que el cambio del que hablaba Buda milenios atrás no sea un negocio de pocos y un padecimiento de muchos.

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