Afinales del año pasado se presentó el ‘Informe de Sostenibilidad en España 2022’, elaborado a través de la Fundación Alternativas, en el que se ofrece una valoración de carácter socioeconómico correspondiente a las actividades de la economía azul, al mismo tiempo que establece recomendaciones, acciones, iniciativas y políticas referentes a la misma. Más allá de las cifras –una aportación de 30.422,7 millones de euros, y en términos de empleo generó 834.696 puestos de trabajo, es decir, el 19,1% del total en la Unión Europea–, el estudio revela el potencial de España en el ámbito de la economía azul. De hecho, es el país de la Unión Europea que crea más Valor Añadido Bruto y empleo, y se sitúa como primer territorio europeo en turismo, pesca, acuacultura, actividades portuarias y transporte marítimo.
El pronóstico para los próximos diez años es de grandes oportunidades relacionadas con sectores emergentes, como son las energías marinas renovables, que en la actualidad se encuentran en una fase de experimentación en el sur del continente europeo. También en el campo de las biotecnologías marinas, que supone productos que presentan un elevado valor añadido, como son los relacionados con la cosmética, productos farmacéuticos y aditivos de naturaleza alimenticia. En este contexto surge Think In Azul, la Estrategia Conjunta de Investigación e Innovación en Ciencias Marinas para abordar de forma sostenible los nuevos desafíos en la Monitorización y Observación Marino- Marítimas, el Cambio Climático, la Acuicultura y otros Sectores de la Economía Azul.
"Durante el último año y medio, Think In Azul ha logrado consolidar una sólida red de infraestructuras"
Como explican desde la organización, lo más destacado de esta iniciativa es su modelo de gestión, basado en la cooperación entre Administraciones, “al tratarse de una estrategia conjunta de investigación e innovación entre el Estado y las Comunidades Autónomas desarrollado con financiación procedente de fondos europeos”, añaden. La tarea más urgente con la que se ha encontrado Think In Azul es vigilar el mar para luchar contra el cambio climático creando plataformas y estrategias de observación, utilizando nuevas tecnologías para la monitorización y toma de datos y fortaleciendo la resiliencia del ecosistema marino. Esto también implica lograr una acuicultura y pesca más inteligente y precisa adaptándola tecnológicamente al cambio climático y a su mitigación. La clave pasa por mejorar y monitorizar los cultivos y realizar un estudio íntegro de las especies cultivables más convenientes. “La Región de Murcia tiene capacidades muy importantes en las ciencias marinas”, afirman desde Think In Azul.
La iniciativa busca impulsar de forma sostenible la economía azul a través de la innovación y la localización de oportunidades, especialmente en áreas como el transporte y el turismo marítimo con la participación y colaboración entre los distintos agentes sociales, educativos y económicos.
"El pronóstico para los próximos diez años es de grandes oportunidades relacionadas con sectores emergentes, como son las energías marinas renovables"
“Tenemos desafíos importantes de cara a los próximos años: fortalecer el sistema regional de ciencia, tecnología e innovación a través de una especialización de la oferta científica e innovadora en el ámbito de las ciencias Marinas, institucionalizar los resultados, establecer fórmulas de colaboración permanente, proyectar una parte significativa de estos resultados a la generación de valor económico y social y ayudar a dar respuesta a retos como la protección de los ecosistemas marinos frente al cambio climático y la contaminación, la pesca, la energía, el transporte y el turismo sostenibles”, detallan.
Durante el último año y medio, Think In Azul ha logrado consolidar una sólida red de infraestructuras. Comenzando por el Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides, un buque de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada Española con base en Cartagena. Su equipamiento científico está gestionado por la Unidad de Tecnología Marítima del CSIC. Cuenta con un casco reforzado para la navegación en zonas polares. Su misión principal es el apoyo a la campaña antártica durante el verano austral; opera el resto del año en el Mediterráneo y los océanos Atlántico y Pacífico.
Para el cultivo del atún rojo se ha creado el ICAR, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía, una infraestructura de investigación, que consta de instalaciones de acuicultura marina ubicadas en la región de Murcia, dedicada a desarrollar técnicas para la reproducción del atún de aleta azul en cautiverio y la producción de juveniles de atún rojo.
Infraestructuras potentes
La Región lidera un plan de investigación y de transferencia de conocimiento que sale de las fronteras de la Comunidad Autónoma. Ejemplo de ello es la Base Antártica Juan Carlos I y la Base Antártica Gabriel de Castilla, que forman la Infraestructura Científico-Técnica Singular (ICTS). Ambas bases se sitúan en el archipiélago de las Shetland del Sur, en la isla Livingston e isla Decepción respectivamente. Las dos bases solo permanecen operativas durante el verano austral, habitualmente entre noviembre y marzo.
Más cerca, en Canarias, está la Plataforma Oceánica PLOCAN, ubicada en mar abierto, a una milla de la costa, en el municipio de Telde (noroeste de la isla de Gran Canaria) en un área de 23 km2 reservada para la experimentación científico-técnica. Su objetivo es permitir la realización de investigación, desarrollo tecnológico e innovación de vanguardia en el ámbito marino y marítimo. La infraestructura permite el acceso y la utilización eficiente del océano con las mayores garantías medioambientales, suministrando laboratorios científicos, vehículos, bancos de ensayo y, en general, medios técnicos e infraestructuras localizados en el entorno marino PLOCAN. Think In Azul también aglutina la Reserva Biológica de Doñana, en Huelva, Por su exclusivo emplazamiento, es considerada una plataforma ideal para la experimentación en campo y el intercambio de experiencias asociadas al impacto ambiental del cambio global.
Y en Baleares, la actividad de SOCIB (Sistema de Observación Costero) se centra en el Mediterráneo Occidental, incluyendo las Islas Baleares y zonas adyacentes (mar de Alborán, mar Argelino…). Por su posición estratégica, cercana a la transición entre el Mediterráneo y el Atlántico, constituye uno de los puntos calientes de la biodiversidad mundial. SOCIB está constituido por una red de instalaciones y equipos dedicados a la observación marina, adquisición, procesamiento, análisis, modelado numérico operacional y diseminación de información multidisciplinar del medio marino de forma sistemática y regular. La sinergia entre los diferentes sistemas de observación (catamarán oceanográfico, radares de alta frecuencia, vehículos submarinos autónomos, boyas, perfiladores ARGO, etc.), los sistemas de predicción y las herramientas de asimilación de datos y el sistema informático de gestión y distribución de datos permite disponer de una descripción completa e integrada de las propiedades físicas y biogeoquímicas de los sistemas marinos y costeros y de su evolución.
