El proyecto Thivic –laboratorio de innovación social aprobado en 2022 por el Consejo Social de la Ciudad de Madrid- ha presentado en Madrid International Lab los resultados de su segunda experiencia piloto, centrada en la soledad no deseada en la población juvenil. Esta problemática, agudizada a raíz de la pandemia, va en aumento, y ya afecta al 19,4 % de los jóvenes.
La vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, destacaba en su intervención que Madrid es "una ciudad fascinante, que siempre vive en el futuro", pero que también puede apabullar. “La soledad es enemiga de la libertad y la prosperidad. El crecimiento de la soledad no deseada nos preocupa porque, además de un problema social, es una amenaza contra el progreso de la ciudad. Estamos aquí para cambiar las cosas”, apuntaba Sanz en alusión a las diferentes acciones del Ayuntamiento de Madrid encaminadas a mitigar este déficit, y añadía: “Los vínculos familiares y de amistad son el pegamento que mantiene unida a la sociedad. Madrid vive un gran momento (…), pero este es un tema en el que no podemos dejar de trabajar cada día. Si hay alguien que lo pasa mal, ahí estaremos”.
“Es posible sentirse solo estando acompañado”
El delegado del Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, insistía en que, tras la irrupción del COVID-19, el sentimiento de soledad no deseada creció en toda la población, pero con mayor incidencia entre jóvenes y mayores. “Puede parecer contradictorio, pero es posible sentirse solo estando acompañado. Tenemos que apostar por romper esa soledad, una pandemia del siglo XXI que llevará a que desde la administración pública trabajemos juntos”.
Antonio Prieto, gerente de Madrid Salud, recordaba que este organismo lleva investigando alrededor de la soledad no deseada desde 2017. “Sus consecuencias son varias, y repercuten en una peor salud física y mental, más ansiedad, depresión o riesgo de suicidio. La OMS lo considera un problema de salud pública que no tiene edad y afecta de manera trasversal”.
El trabajo, llevado a cabo durante el último trimestre de 2023, ha dado como resultado la propuesta de creación de una plataforma abierta a todos, con dinámicas e interacciones que faciliten la comunicación en red y promuevan, en una fase posterior, encuentros y actividades presenciales. De este modo, tomará forma una comunidad de la que los jóvenes pueden sentirse parte y que fomente las conexiones entre recursos y personas. La propuesta será ahora analizada por los responsables del Ayuntamiento de Madrid.
Tres meses de estudio, ocho sesiones y 43 participantes
Hasta llegar a esta propuesta, un grupo de trabajo con profesionales de diferentes áreas de Gobierno del Ayuntamiento, representantes de la sociedad civil y del colectivo destinatario del proyecto (población juvenil) mantuvieron reuniones durante tres meses, en ocho sesiones, para investigar, definir, idear y evaluar (metodología Design Thinking). En total han participado 32 adultos y 11 jóvenes (entre 14 y 22 años).
Así, han profundizado en identificar perfiles de jóvenes que pueden ser más sensibles a situaciones de soledad no deseada y han planteado, entre otras, ideas como la figura de los “socorristas de la soledad no deseada”, para acercar a los jóvenes recursos a través de sus iguales; o la caja de herramientas de la SND, para reconocer la situación y la gestión emocional.
Por su parte, los jóvenes del grupo pusieron especial énfasis en la seguridad a la hora de interactuar online, en utilizar formatos más innovadores para difundir los mensajes, como Tik tok y otras redes sociales, con un lenguaje cercano y una imagen atractiva. También piden otros espacios de encuentro, más allá de las actividades programadas.
“Nos olvidamos de que nosotros también fuimos jóvenes”
María Luisa Palomino, jefa del Departamento de Coordinación de la Estrategia Madrid Salud, apuntaba que es importante hacer una reflexión como sociedad. “Los jóvenes y los adolescentes nos dan mucho ‘miedo’, como si nosotros nunca lo hubiéramos sido. Nos cuesta entender ese momento de la vida, lleno de incertidumbre. Incluso detectamos que crece el rechazo a la infancia. Es importante llevar a cabo campañas de sensibilización hacia esas etapas por las que los adultos ya pasamos”.
Palomino ensalzaba el valor añadido de la plataforma sugerida en el proyecto piloto. “El reto era llevar iniciativas de lucha contra la soledad no deseada a aquellos jóvenes que, con la pandemia, se acostumbraron a quedarse en casa y a relacionarse a través de las redes sociales”. La plataforma web se convierte así en la herramienta para entrar en sus domicilios. “Gracias a la coordinación entre todos los agentes municipales implicados, podrán acceder desde un único lugar a todas aquellas propuestas que el ayuntamiento ofrece a los más jóvenes, divididas por temáticas y distritos”.
El objetivo del programa es acompañar paulatinamente a los jóvenes que sufren la soledad no deseada en la transición del espacio virtual al real. Los embajadores profesionales dinamizarán la plataforma proponiendo retos virales siempre en el clave positiva. “Por ejemplo, vídeos de Tik Tok para anunciar la propia plataforma. La propuesta arrancará en un marco digital, pero, en algún momento los jóvenes serán convocados a su centro juvenil más cercano u otros espacios físicos”, añadía Palomino.
