Bonanza, Miriam y Adelina son tres de las 35 tortugas rescatadas en los dos últimos años gracias al proyecto ‘S.O.S Caretta: Pescadores por la Biodiversidad’. La iniciativa de la Asociación Hombre y Territorio (HyT), cuenta con el impulso de la Fundación Cepsa y el apoyo de la Junta de Andalucía. Este proyecto colaborativo ha sido reconocido en la VI edición de los premios Salvamento Marítimo ODS 14 por unos Mares Limpios.
Como explica a Innovaspain Patricio Peñalver, coordinador de S.O.S Caretta y director de proyectos en HyT, el programa nace con el objetivo principal de sensibilizar y formar al sector pesquero andaluz para el rescate y conocimiento de las poblaciones amenazadas de tortuga boba, o Caretta caretta, en la zona del Golfo de Cádiz, el Estrecho de Gibraltar y la costa de Huelva.
El proyecto es “heredero” de una iniciativa previa, el Proyecto Tortuga a Bordo (2014), coordinado por la Estación Biológica de Doñana (CSIC). Algunos de los científicos que lo impulsaron hoy forman parte del comité de expertos de S.O.S Caretta. También comparten filosofía con otras propuestas más veteranas procedentes de Cataluña o la Comunidad Valenciana.
“La implicación del sector pesquero ha superado las previsiones más optimistas”, apunta Peñalver. “Sin su colaboración sería imposible saber muchas cosas sobre cómo y por dónde se mueven las tortugas, y por supuesto incrementar los rescates en caso de que estén en problemas”.
Hombre y Territorio imparte formaciones a los pescadores en las que se dan pautas de rescate que inciden positivamente en las posibilidades de supervivencia de las tortugas. Hasta el momento participan las cofradías y asociaciones que operan en Sanlúcar de Barrameda, Punta Umbría, Isla Cristina, Tarifa, así como autoridades y entidades locales. En estas formaciones, así como en otras acciones del proyecto, cuentan con el soporte técnico de Seashore Environment and Fauna, una entidad especialista en fauna marina.
Equipos coordinados
La competencia de las tortugas cuando están en el mar es estatal, pero recae en las comunidades autónomas cuando los animales tocan tierra. “Lo primero que hicimos fue sentarnos con la Junta de Andalucía. Una vez obtuvimos luz verde y su compromiso con el proyecto, recibimos el apoyo de la Fundación Cepsa”. Esta entidad no solo les ha ayudado en el plano financiero. “Han jugado un papel importante a la hora de difundir el proyecto. Convirtieron los postes de repostaje de gasoil en puntos informativos de S.O.S Caretta. Todo el sector tuvo conocimiento de la iniciativa”, detalla Peñalver.
La Asociación Hombre y Territorio coordina al conjunto de actores involucrados. Antes del primer rescate, datado en noviembre de 2021 y llevado a cabo por el barco El Minero, de Sanlúcar, la organización orquestó una potente campaña de comunicación para que, más allá de los pescadores, la ciudadanía en su conjunto comprendiera los motivos del proyecto y la importancia de conservar la biodiversidad marina.
“Sumamos también a los centros educativos. Los niños y niñas son muchas veces los mejores transmisores de estas iniciativas”. En paralelo, dotaron a las cofradías de contenedores especialmente diseñados para albergar a las tortugas tras el rescate y en el posterior traslado.
En este punto entran en escena los Centros de Conservación del Medio Marino Andaluz (CEGMA) de la Junta de Andalucía. Al CEGMA de Odiel (Huelva) llegan en un primer momento todas las tortugas rescatadas. Después son llevadas al CEGMA del Estrecho, en Algeciras, para ser tratadas por veterinarios especialistas en fauna marina. Actualmente dos ejemplares se recuperan en el Acuario de Sevilla, un hecho que ayuda a dar visibilidad extra al proyecto.
“El colofón, y los momentos más especiales los vivimos con la ‘suelta’ de ejemplares una vez recuperados”, afirma Patricio Peñalver. “La Junta de Andalucía suele organizarlas en playas próximas al área donde fueron rescatadas las tortugas. Es emotivo. Invitan a los pescadores, a autoridades y a los colegios, por supuesto. Aprovechamos este impacto para transmitir nuestros mensajes. Pronto iniciaremos una campaña itinerante dirigida a centros educativos y a la población en general. Toda concienciación es poca”.
Información valiosa
Hasta la fecha, la única información disponible era la facilitada por la Junta de Andalucía y estaba relacionada con los varamientos de tortugas registrados. El sector pesquero la complementa con datos sobre los movimientos de las tortugas, los lugares de los avistamientos, los problemas a los que se enfrentan, etc. Todo este conocimiento es de máxima utilidad para distintos grupos de investigación.
Peñalver lamenta que la mayoría de la gente de la zona no sepa que mucho más cerca de lo que sospecha pasan constantemente tortugas. “La más frecuente es la tortuga boba (Caretta caretta), seguida de la tortuga laúd, la más grande del mundo, cuyo tamaño (en torno a los dos metros) hace inviable su rescate. Son verdaderos tesoros que ayudan en nuestra labor de sensibilización”.
El responsable de Hombre y Territorio explica las distintas amenazas a las que se enfrentan estas tortugas. “La principal es la contaminación. Pueden quedar enredadas en la basura marina o ingerirla. Por su anatomía, no vomitan. Lo que no es alimento obstruye o daña su aparato digestivo. En los enredos suelen acabar ahogadas por cansancio o inanición, ya que no pueden descender para comer”. La pesca o la alta congestión de tráfico marítimo son otros de los peligros actuales. Cuando suben a respirar, el casco de los barcos puede dañarlas.
Nuevos lugares donde anidar
Peñalver añade los problemas derivados de la destrucción de hábitats. “Son especies muy migratorias. Las que vemos por aquí puede que vengan de Florida o Cabo Verde. Lo que ocurre en estos lugares les afecta cuando llegan a las costas españolas, al igual que el estado de nuestras aguas y playas influye en sus movimientos posteriores”.
El experto argumenta que la degradación del hábitat es un problema dentro y fuera del agua. “Las únicas que salen del agua son las hembras, y solo lo hacen para poner los huevos. Las condiciones de las playas son muy importantes”. En los últimos años, la tortuga Caretta ha empezado a anidar en la zona mediterránea. “El cambio climático modifica sus necesidades biológicas”.
Los huevos de los reptiles necesitan un rango de temperatura muy definido. Por ejemplo, si la temperatura sube en exceso, predominarán las hembras. Los científicos indican que están buscando nuevas zonas de anidación. Cada vez nacen más en Cataluña, la Comunidad Valenciana o Baleares. También en el levante almeriense y en la costa malagueña del Mar de Alborán.
Nombradas al principio de este reportaje, Bonanza, Miriam y Adelina son las tres tortugas que protagonizan otro hito tecnológico logrado dentro de S.O.S Caretta. Todas ellas portan una marca satélite que permite conocer sus movimientos en tiempo real. Patricio Peñalver reconoce estar “totalmente enganchado” a este seguimiento. “Hemos abierto una nueva línea de trabajo para conocer qué hacen; si navegan con normalidad, hacia donde se dirigen… La ciencia aún ignora muchas cosas sobre estas tortugas”.
Peñalver concluye lanzando un mensaje de información pública de servicio. “Cualquier persona que aviste una tortuga viva, muerta o, si tiene suerte, anidando, ha de avisar lo antes posible al 112, el número de emergencias común en Europa. A partir de ahí se activan los demás protocolos de actuación y rescate de la Junta de Andalucía”.