Tres investigadores se han unido para desarrollar un proyecto que mejore la energía renovable de los aviones. Se trata de Trandsdiffuse, una iniciativa para el futuro sostenible de la aviación que pretende hacer uso de la inteligencia artificial para llevar a cabo una “revolución” en las tecnologías de propulsión. No en vano, ha conseguido una financiación de la UE considerada como “de las más prestigiosas y competitivas”: Synergy Grant.
«El proyecto promete un impacto significativo en la transición hacia una aviación y generación de energía más limpia y eficiente”, indican desde la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Uno de sus investigadores, Eusebio Valero, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE), es el coordinador de Trandsdiffuse, y se ha unido a Oriol Lehmkuhl, del BSC, y a Guillermo Paniagua, de la Universidad de Purdue en Estados Unidos, para llevar a cabo la iniciativa.
Una iniciativa, cabe recordar, que creará un modelo basado en inteligencia artificial para cumplir sus objetivos. Su nombre es FluidGPT, y será esta quien genere esos avances significativos en energía sostenible. La idea es aplicarlo al desarrollo de motores de combustión de hidrógeno a presión (PGC). “Estas innovadoras turbinas compactas y ligeras prometen ser altamente eficientes, rediseñando los estándares de propulsión en aeronáutica y sistemas de generación de energía”, apuntan.
¿Y la energía renovable?
Según la UPM, uno de los desafíos que más ha obstaculizado el diseño de la turbomaquinaria compacta es el control de los “flujos transónicos”, que son los que genera la cámara de combustión. Sin embargo, gracias FluidGPT, el proyecto intentará “caracterizar, predecir y manipular estos flujos complejos e inestables, desbloqueando así el desarrollo de pasajes difusores transónicos, un componente crítico en motores nuevos que demandan eficiencia y compacidad”.
Asimismo, destacan que este modelo de IA de Trandsdiffuse se basará en las llamadas “ecuaciones de Navier-Stokes”, que permitirá por primera vez, reproducir configuraciones de flujo que hasta ahora eran inimaginables en condiciones transónicas.
“A partir de este modelo, se podrán definir procedimientos de control de flujo que permitan activar o desactivar las estructuras individuales ya identificadas, y estudiar su efecto en fenómenos físicos observables (como el desprendimiento, la acústica, la transferencia de calor, la fricción, etc.)”. Un desafío, subraya, que no ha sido logrado por la comunidad científica y tiene el potencial de revolucionar la mecánica de fluidos, “beneficiando tanto al sector aeronáutico como al de generación de energía».
¿Y la energía renovable? Trandsdiffuse pretende que, a través de FluidGPT, se propongan las bases para desarrollar un motor basado en hidrógeno, su bien aseguran que “los hallazgos y nuevos métodos se extenderán mucho más allá”.
“El impacto en la industria podría ser, por tanto, significativo, ya que los resultados de Trandsdiffuse tienen potencial para revolucionar sectores como la aeronáutica, la energía eólica o la propulsión de vehículos. Áreas como la ingeniería química, la bioingeniería, incluso la economía, se beneficiarán de esta investigación”, destacan.