Esta semana la oenegé Acción contra el Hambre España organizó el evento ‘El Hambre Invisible en España’, donde varios expertos explicaron la situación actual en nuestro país -más de seis millones de personas se encuentran en ese espectro del “hambre invisible”, de inseguridad alimentaria-. En una de esas ponencias participó Hélène Pasquier miembro de CALP y responsable de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida en Acción contra el Hambre.
En su participación, se centró en una de esas nuevas maneras de paliar la inseguridad alimentaria. Su explicación versó sobre los programas de transferencias monetarias, que consiste en impulsar las economías locales en muchos de los contextos de crisis, y que están reconocidos, por muchos expertos, como la mejor forma de ayudar y apoyar a las personas afectadas por crisis humanitarias.
“Los programas de transferencias monetarias consisten en la entrega de dinero o cupones a las personas, familias, comunidades, los que más necesitan. A diferencia de la ayuda en material como puede ser la distribución de alimentos, que es escaso, las personas que reciben la ayuda pueden decidir qué bienes o qué servicios pueden comprar según sus necesidades y sus preferencias”, explicó Pasquier.
Los tipos de transferencias monetarias
Básicamente hay dos tipos de programas de transferencias monetarias lo que se llama “dinero en efectivo” y “los cupones o vales”. Y recordó: “Entonces, cuando hablamos de dinero en efectivo, se refiere a la entrega de dinero físico o digital a través de las tarjetas disponibles para ese cometido o a través de dispositivos móviles”.
En este caso, es un tipo de ayuda sin restricciones, es decir, que las personas pueden comprar cualquier bien o cualquier servicio según lo que necesitan, a diferencia de los cupones que son vales en papel o vales electrónicos que pueden canjearse. “Los cupones no son tan flexible como el dinero en efectivo, ya que las personas solo pueden utilizar los cupones en ciertos establecimientos o por acceder cierto tipo de productos no. Y, además, los cupones en general suelen tener una fecha de caducidad”.
También algunos programas de transferencias monetarias impiden condiciones para lograr ciertos objetivos; sin embargo, en este caso habla de programas de transferencias monetarias o cupones condicionados, que significa que las personas que reciben la ayuda tienen que realizar una actividad a cambio de la ayuda. Por ejemplo, asistir a una formación, llevar a sus hijos a la escuela…
Por otro lado, están las transferencias monetarias incondicionales, lo que significa que en este caso no hay que cumplir con una condición, sólo que las personas cumplan con los criterios de elegibilidad del programa y así puedan elegir los productos y servicios. Sin que tenga que hacer nada.
“Evidencia sólida de ventajas”
“Hace más de 20 años que los programas de transferencias alimentarias están implementados, y hay una evidencia sólida de las ventajas de los programas de transferencias monetarias”, aseguró Pasquier.
Tanto en contextos humanitarios como en contextos de desarrollo, los programas de transferencias monetarias pueden tener un impacto positivo en varios ámbitos de la vida de las personas en términos de alimentación, en términos de salud, en términos de educación.
“Por supuesto, para tener este impacto también necesitamos un buen diseño de los programas. En cuanto a la seguridad alimentaria, con las transferencias monetarias las personas pueden comprar alimentos: según sus necesidades nutricionales, según sus preferencias y por supuesto, según la disponibilidad local de alimentos.
Asimismo, hay que saber que los receptores de la ayuda suelen tener preferencia para las transferencias monetarias. ¿Por qué? “El primer motivo es el control. Ya pueden comprar lo que quieren cuando lo quieren. El segundo elemento es la flexibilidad. Se pueden gastar el dinero en el momento, pueden ahorrar para más adelante. Y el tercer elemento es la rapidez”.
Y es que, como última razón, Pasquier esgrime que en los programas de distribución de los alimentos, en contra de las transferencias, se añaden costes a lo largo, a lo largo de la de la cadena de suministro, desde la adquisición, la clasificación, el transporte o la distribución.