MÁLAGA. "Ni Netflix ni los servicios públicos se cayeron durante la pandemia", comentaba –medio en broma medio en serio– Carme Artigas a comienzos de este mes en el 35º Encuentro de Economía Digital y las Telecomunicaciones de AMETIC. Hoy, su compañero de filas Santiago Graña ha ratificado durante el foro Greencities & S-Moving que el mantenimiento de los servicios públicos depende ahora más que nunca de la transformación digital. "Las administraciones públicas debemos reaccionar con más agilidad y para ello hay que apostar por una transición digital que no deje a nadie atrás", ha explicado el subdirector General de Planificación y Gobernanza del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
"La tecnología tiene que servir para cerrar brechas, no para abrirlas", ha avisado Fernando de Pablo, director general de la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid. En un país descentralizado como España, De Pablo considera que cooperar es una obligación. "Hubiera sido imposible dar servicios de calidad en la pandemia sin abordar la transformación digital".
Utilizar las tecnologías y los datos en un proceso de mejora constante para hacer la vida mejor a los ciudadanos es el objetivo de los responsables que han intervenido en el evento. En el caso concreto de Fernando de Pablo y el ayuntamiento al que representa (Madrid) ha puesto el ejemplo de la firma electrónica. "No era muy utilizada y en el último año y medio se ha multiplicado en Madrid por 10". Esto ha significado una considerable reducción de papel.
"La revolución silenciosa"
Así ha definido a la transformación digital Víctor Solla, director general de Innovación y Digitalización Urbana del Ayuntamiento de Málaga, que considera necesario "repensar y preparar la siguiente revolución". Cada cierto tiempo, opina Solla, "cambiamos, y por tanto nuestra tarea desde el ámbito público es intentar indagar esa innovación que tiene que afectar a todas las áreas municipales".
Entre los principales retos de Málaga se encuentran "poner de verdad al ciudadano en el centro, que los servicios electrónicos no sean una entelequia y dar una vuelta a nuestras plataformas de software". Este triángulo de desafíos pasa, como sostiene Solla, por los datos. La sostenibilidad organizativa es otra gran asignatura pendiente, según la visión del responsable malagueño.
Juan Luis Cruz, director general del Consorcio Fernando de los Ríos, considera que en esta transformación digital la mejor manera de evolucionar es "actuar desde el aprendizaje". El Consorcio ha recibido el encargo por parte de la Junta de Andalucía, así como de las ocho Diputaciones Provinciales, de desarrollar y desplegar en todo el territorio anzaluz proyectos y actuaciones conducentes a la implantación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento entre la ciudadanía.
Entre sus objetivos destacan incrementar el porcentaje de población que usa las TIC en Andalucía, promocionar el conocimiento tecnológico como parte natural de las habilidades de la ciudadanía garantizando su acceso y su uso fundamentalmente en colectivos con riesgos de exclusión y en zonas desfavorecidas, así como fomentar su utilización como instrumento de participación ciudadana en todos los aspectos de la vida pública. "La digitalización tiene que ser una oportunidad real en la que los agentes públicos, sean del color político que sean, deben colaborar", ha zanjado Cruz.
