Pamplona. Inteligencia artificial, analítica Big Data, robótica, impresión 3D, Internet de las Cosas (IoT) o blockchain son algunos de los conceptos más empleados a la hora de referirse a la transformación digital. En su día de apertura, la segunda edición de Innovaction Week ha abordado el impacto de todos estos ámbitos y los retos que España, y el mundo en general, tienen por delante para hacer un futuro más humano a través de la innovación.
“No es una transformación, sino una revolución”, ha asegurado Roberto Martín, director de Innovación de IT Bayer. El empoderamiento del paciente, la predicción de enfermedades e incluso una mejora entre el profesional y el paciente son algunas de las ventajas que, a su modo de ver, la tecnología producirá en el sector farmacéutico. “Vamos a dejar de vender solo medicamentos para también vender servicios. Pero para ello es fundamental que las empresas se adapten a los nuevos tiempos”. En este sentido, Martín considera “imprescindible” confiar en las startups y en los jóvenes. “Las personas con experiencia nos hemos convertido en inmigrantes digitales; mientras nosotros nos adaptamos, los llamados millennials ya nacen aprendidos”.
Pero, ¿hasta qué punto la transformación digital es aplicable a las empresas del momento? Enrique Iriarte, responsable de Innovación y Dirección de Proyectos de Acciona Energía, ha recordado que “hace 23 años nosotros [en referencia a Acciona] ya estábamos en la Industria 4.0, pero es ahora cuando tenemos la capacidad tecnológica para consolidar los proyectos”. Convencido de que “es posible construir un sistema energético sostenible en el mundo”, Iriarte asegura que “las renovables son rentables en España, pero aún no hay suficiente concienciación. De lo que no hay duda es de que la transformación digital contribuirá a un futuro más sostenible y a conseguir una energía más barata".
"No estamos locos"
Miguel Ángel Turrado, director general de HP SCDS, ha recordado al último premio Cervantes, Eduardo Mendoza, quien dio a entender que “el mundo se ha vuelto loco”. En el plano tecnológico, Turrado ha dejado claro que no es así. “Si nos llegan a decir hace cinco años los cambios políticos, sociales o empresariales que iban a producirse probablemente pensaríamos que era cosa de locos, pero es un hecho y debemos aceptarlo”. Pese a que su empresa llegó a facturar 125 billones de dólares en 2007, poco antes de comenzar la crisis económica, “nos reinventamos porque sabíamos que el dinero no nos aseguraba el triunfo en el futuro”. Una década después, las palabras de Turrado cobran más sentido que nunca. “El mundo ha cambiado, y no por ello se ha vuelto loco. Vivimos la época de las experiencias, liderada por los jóvenes, que no buscan tener sino vivir momentos”.