GMV ha creado un nuevo proyecto, esta vez dirigido al sector de la agricultura inteligente: se trata de WinEO (Weather INformation and Earth Observation, en inglés), un servicio georreferenciado de apoyo a la toma de decisiones en operaciones agrícolas para lograr más información meteorológica y una mejor observación de la Tierra.
“El sistema permite la observación de cultivos a lo largo de la campaña con distinta frecuencia, desde mensual hasta diaria, mediante imágenes de satélite. En paralelo, proveemos información sobre variables agroclimáticas con frecuencias, dependiendo de la fuente de datos disponible, hasta semi-horaria”, aseguran Juan Suárez y Antonio Tabasco, responsables de este proyecto de GMV.
Con todo ello, pueden cartografiar la variabilidad del cultivo, según su vigor o estado vegetativo, indispensable para el diseño de prácticas de manejo diferenciado; diseñar campañas de muestreo en campo; monitorizar la fenología del cultivo; realizar estimaciones de cosecha, cantidad y calidad (dependiendo del tipo de cultivo); detectar de manera temprana enfermedades e infestaciones; controlar el déficit de nutrientes; y planificar riegos. “Las posibles aplicaciones son muy numerosas, dependen de los objetivos del productor. A partir de las fuentes de datos básicas es posible también diseñar servicios ad hoc”, apuntan.
El desarrollo de WinEO ha sido realizado con recursos propios de GMV, ya que alrededor del 10% de la facturación de la compañía se destina a I+D. Aun así, según Suárez y Tabasco, “se trata de un proyecto vivo, en continua evolución, que ha sido abordado de manera escalonada a lo largo de cinco campañas de desarrollo, coincidentes con campañas de cultivo”.
Y es que, aunque el rol de GMV en el sector se encuentra en la “industrialización de la ciencia”, parece ser que una gran digitalización se avecina: la del sector agrícola. “Liderada de la mano por tradicionales compañías multinacionales de agroinsumos y maquinaria y, por otra parte, multinacionales del sector de las tecnologías de la información, el mercado se encuentra en continuo proceso de concentración”, explican. Así, de la mano de estos tractores de mercado, existe una gran cantidad de compañías que ofrecen sus servicios al agrodigital desde distintos orígenes de sus negocios; consultoría agrícola, sistemas de navegación y guiado GPS, sistemas de información geográfica, drones y UAVs, observación de la tierra…
Para ellos, en este panorama, el paradigma Big Data, la Inteligencia Artificial o Internet de (todas) las Cosas, así como los desarrollos colaborativos, permiten la fusión y explotación de datos ubicuos y heterogéneos “traspasando las fronteras de la especialización mediante la agregación. No se trata de tener el dato, se trata de ponerlo en valor de manera operativa. Y en este contexto la innovación en el sector agrícola es puntera”, consideran