En el mundo existen más de 7.000 lenguas indígenas, de las cuales el 40 % está en peligro de extinción, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre su valor, la ONU ha decretado el 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Tan solo en México, 25 millones de personas se reconocen como indígenas, de las cuales solo un 30 % (siete millones) habla alguna de las 68 lenguas indígenas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de este país (INALI).
En ese escenario, el Laboratorio de Ciudadanía Digital, una iniciativa del Centro Cultural de España en México (CCEMX), la Fundación Telefónica México y el Ateneo Español, se ha sumado a la lucha por rescatar y reivindicar algunos idiomas originarios. Así es como nacieron las aplicaciones Vamos a aprender mixteco,Vamos a aprender náhuatl y Vamos a aprender Purépecha.
Todo comenzó gracias a la iniciativa de Donato García, un hombre originario de Santa Inés de Zaragoza, Oaxaca (al sur de México), quien decidió crear hace unos años un libro para transmitir la lengua de sus abuelos y dejar un testimonio escrito, el Ñuu Davi, una de las 81 variantes del mixteco, la cuarta lengua indígena más hablada en el país. García recibió en 2015 el apoyo del Laboratorio de Ciudadanía Digital y fue así como nació la aplicación para aprender mixteco. Un año más tarde, el Laboratorio continuó con el desarrollo de las otras dos aplicaciones, de la mano del grupo Nuu.
Hasta enero de 2019, los productos disponibles en Android y iOS sumaban casi 118.000 descargas. El programa para aprender mixteco contaba con 31.814 descargas, el de purépecha 12.636 y el de náhuatl (una de las 10 lenguas más habladas) 73.140, ha asegurado Natalia Alonzo, integrante del Laboratorio. Alonzo manifestó su sorpresa ante el número de descargas de la app para aprender esta variante del mixteco ya que se encuentra en peligro de extinción. Después de México, la mayoría de las descargas se han dado en Estados Unidos, China, algunos países de Europa y Canadá, según Alonzo.
Las apps están dirigidas a los jóvenes y a los migrantes de origen indígena que se encuentran en Estados Unidos para que, de esta manera, “puedan saber la lengua de sus abuelos, de sus padres y, con esto, fomentamos la identidad ”, ha manifestado Alonzo.
Estas no solo enseñan los colores, números, alimentos, animales, un pueblo, la plaza pública o las montañas, sumergen al usuario en cada una de las culturas en las que surgieron. En el caso del purépecha, la aplicación juega más con los dibujos y los sonidos que con la traducción al español. En toda las iniciativas participaron tanto lingüistas de cada zona en la que se hablan esos idiomas, como ilustradores y músicos.
“Queremos ayudar a mantener el bilingüismo nacional como parte del patrimonio inmaterial ligado a los pueblos originarios de México”, ha expresado Alonzo. El náhuatl se habla sobre varios estados como Puebla, Estado de México, San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Ciudad de México o Guerrero, mientras que el mixteco se habla en Guerrero, Oaxaca y Puebla, en la región montañosa de la mixteca, y el purépecha en Michoacán, al oeste del país.