La agencia de viajes de negocios Triporate forma parte del conjunto de empresas del sector turístico que cada vez más están apostando por la tecnología. El objetivo: organizar un viaje sin preocuparse de casi nada.
Algunas han innovado desde la pandemia de coronavirus. Otras se dieron cuenta de la necesidad que había de hacerlo tiempo atrás, como esta que arrancó hace cuatro años. “Lo que pretendíamos es que la tecnología nos permitiera automatizar procesos. Los viajes de negocios tienen mucha recurrencia”, asegura Sergio Orozco, CEO de la empresa.
A diferencia de los viajes por placer, los de negocios suelen tener ciertas rutinas que son replicables en distintos viajes y facilita que sean más automatizables. “Cuanto más lo utilizan los clientes y más datos suyos dan de alta, más fácil es operar después”, añade.
Triporate busca ser más que una agencia de viajes de empresa."Nuestra visión es seguir construyendo la tecnología que permita digitalizar el sector entero", afirma Orozco.
Por ello, la empresa ha apostado por la inteligencia artificial (IA). Utiliza una herramienta que se llama TensorFlow, de acuerdo con Orozco, que permite “automatizar los procesos donde el trabajo humano no aporta valor”, y que el agente de viajes “se centre en la parte más personal del viaje, así como en las partes más creativas”, explica.
Los usuarios envían un mail en el que especifican sus gustos y necesidades y la empresa responde rápidamente con una propuesta personalizada, hecha en gran medida gracias a su sistema de IA. Una propuesta que incluye la gestión de trenes, hoteles y vuelos.
Orozco es uno de los cuatro fundadores del proyecto, que fue finalista en la última edición de South Summit. Los otros tres son: Ernesto Cohnen, director de producto; Asier Vitorica, responsable de operaciones y recursos humanos; y Francisco Vieira, director financiero. El equipo está formado por unas 25 personas, la mitad de ellas dedicadas al desarrollo de la tecnología.
Tras haber viajado mucho por negocios, consideraron que la experiencia “era muy mejorable”, según Orozco. “Con esa premisa, decidimos emprender en este mercado y a partir de ahí empezar a construir la herramienta”, cuenta.
La pandemia está siendo un duro golpe, como para todo del sector. “Antes del COVID-19 estábamos facturando casi unos 500.000 euros al mes (unos 5.000 viajes)”, asegura Orozco, y estaban multiplicando sus ganancias por tres cada año. Ahora sus ingresos han caído casi un 80 % y tuvieron que posponer un proyecto piloto en México.
Frente a este escenario, Orozco no muestra muchas esperanzas. “Yo ya sé que hasta finales del 2022 o en 2023 el mercado no se va a parecer ni siquiera al que teníamos antes”, afirma.
Por esto, la apuesta de la empresa, una de las participantes del programa de apoyo a startups ‘Growth Academy: TravelTech’, está más en el desarrollo de la tecnología que en los viajes en sí. “El mercado está operando con un 80% menos de viajes. Hemos reconducido el equipo de operaciones y estamos dedicando más tiempo a la creación de producto”, asegura.
“Aunque seguimos funcionando como agencia de viajes, el futuro está en abrir nuestro producto a otras empresas”, destaca.