Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
turismo coronavirus

Más o menos a estas alturas, en abril del año pasado, 15,5 millones de personas se desplazaban para disfrutar de sus vacaciones de Semana Santa. La crisis del coronavirus ha cambiado esta rutina y ahora los datos no invitan a la positividad. Según la Mesa del Turismo, que engloba a 30 compañías del sector, las pérdidas pueden alcanzar los 90.000 millones de euros si se pierde la temporada de verano (entre el 12,5% y el 13% del PIB español). No obstante, en este contexto comienzan a surgir voces que ven cierta luz en la oscuridad. ¿La razón? El turismo doméstico podría salir reforzado.

Un estudio de Deloitte analiza que los españoles no volverán a viajar al extranjero con normalidad hasta finales de 2020. Esto podría crear un efecto opuesto: que la población española prefiera viajar por territorio nacional, algo que maquillaría las pérdidas estimadas para este verano.

«A partir de junio habrá viajes de primera necesidad: reencuentros familiares y viajes de empresas que sean muy necesarios. Los primeros viajes se van a producir dentro de nuestras fronteras y eso, dentro de lo que cabe, es positivo», explica Luis Buzzi, socio responsable de Turismo y Ocio en KPMG España. Visiones como la suya arrojan cierta esperanza entre medias del maratón de cifras negativas. Por ejemplo, la Organización Mundial Turismo predice entre 300.000 y 450.000 millones de dólares de impacto.

«Esta crisis se junta con un modelo económico en recesión», apunta Buzzi, quien predice que hasta el cuarto trimestre del 2020 «seguiremos por debajo respecto al año anterior». Respecto a la hostelería, habla de «un efecto espejismo». Aunque, a su juicio, este sector se recuperará más rápidamente que el turismo, «veremos al principio locales abarrotados, fruto del ansia por salir, pero la poca distancia entre personas puede provocarnos un rechazo y decidir tomarnos el café en casa».

Ocio vacacional, microestancias y solidaridad

El pasado 23 de marzo, Badi, plataforma de alquiler de habitaciones, avanzaba que destinaría 400 habitaciones para alojar a profesionales sanitarios desplazados en Barcelona para mitigar los efectos del coronavirus. Más allá de esta decisión de calado social, su General Manager en España, Ignasi Giralt, afirma que «nuestro modelo de negocio ha sido reforzado en estas semanas». Badi es ejemplo de digitalización para el mundo del turismo. «Siempre hemos creído que muchas de las operaciones que van a suceder en el mercado inmobiliario van a ser online. Por eso durante estos años hemos ido mejorando nuestro sistema de reservas online», agrega Giralt.

Otros negocios con mayor trayectoria, como es el caso de Atrápalo, reconocen estar acostumbrados a afrontar crisis. «Hemos vivido situaciones realmente malas. Desde los atentados del 11-S en Nueva York o el 11-M en Madrid o incluso los volcanes en Islandia en 2010. El coronavirus es otro gran reto del que saldremos», cuenta su cofundador Nacho Sala. El también CMO de la empresa augura «una recuperación gradual» y cree que el ocio vacacional recuperará la normalidad en verano. «El objetivo es que quienes tengan un viaje para julio, agosto o septiembre no lo cancelen».

El concepto de microestancia también se espera que salga reforzado. O al menos así lo espera Christian Rodríguez, CEO de ByHours. Su plataforma permite reservar hoteles por horas y se postula como el paso previo a recuperar la normalidad en el turismo. «Una familia confinada durante meses es posible que no confíe en hacer reservas largas. Pero quizá sí que apueste por desconectar durante una noche en un hotel para alejarse del estrés de la vida cotidiana. Es aquí donde entramos nosotros en juego», comenta Rodríguez.

El equipo de ByHours está sufriendo en primera persona la crisis del coronavirus. «Somos una empresa española cuyo segundo mercado es Italia». De hecho, en febrero apostaron por una fuerte campaña publicitaria en el que actualmente es el país del mundo con más fallecidos por el COVID-19. «Para ambos países [España e Italia] el turismo es fundamental. Por eso conviene aprovechar las pequeñas oportunidades que nos brinde el mercado, que las hay, durante y después de esta crisis».

Deja un comentario