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Turismo: reconversión e innovación

Turismo reconversión

Es una gran paradoja ver el turismo como problema cuando 2017 será el año que más turistas han elegido España para pasar sus vacaciones. Los más de 10 millones de visitantes en el mes de julio es un dato histórico, a falta de conocer los datos de agosto. En consecuencia, los ingresos por este concepto también serán de récord y lo que no sabemos es si serán irrepetibles. Esperemos que no.

Al revés, esperemos que con menos turistas seamos capaces de tener más ingresos, cuadratura del círculo al que le dan vuelta muchos especialistas, aunque lo más fácil es contar con ese turismo “pobre” que, en boca de algunos de los especialistas más renombrados de este tema, acabarán por hundir nuestro recurso más importante. Antes de conocer las cifras hasta julio incluso ya pudimos leer en la prensa económica que los ingresos de España por este concepto superan a los de Arabia Saudí por el petróleo. Es decir, que es como si pusiéramos en el mercado la friolera de 3.500 millones de barriles.

Esto, que está muy bien, no es, sin embargo, la panacea. En este sector, que es nuestra primera industria, hay muchas cosas que arreglar y mejorar. En primer lugar, sigue siendo temporal. No hay más que pasearse por las costas en los meses de invierno y algunos de primavera y otoño. Todo vacío y cerrado. Es decir, desaprovechamos multitud de recursos materiales por esa característica. Y desaprovechamos recursos humanos que es la clave del futuro.

Si en el anterior blog significamos que la falta de inversión es una losa para el desarrollo de la innovación en España, este es un gran ejemplo. Seguimos teniendo una estructura productiva que prima el beneficio en sectores que producen fuertes desequilibrios y no asegura ese empleo estable y de calidad que reclamamos todos. Una sociedad de servicios tiene ese lastre, máxime si éste es el sector que más aporta al PIB, un PIB en el que solo el 15% es generado por el sector industrial.

Tenemos que considerar el turismo como un sector industrial y someterlo a una gran reconversión y a un gran programa de innovación. Es un tema que se trató ampliamente en el último FITUR, pero tenemos que pensar como producir productos y servicios que sirvan para generar un nuevo turismo o aprovechar las ventajas de tantos turistas que llegan a España. Para empezar, habría que captar a todos los visitantes que llegan a España para que puedan considerarse turistas, que no es lo mismo en las estadísticas que maneja el sector.

El campo es muy amplio. Cuando viajas fuera ves el esfuerzo inversor que se ha hecho en algunos países que eran irrelevantes en este tema, cómo han preparado su oferta cultural que, por supuesto no tiene comparación con la posible oferta que puede hacerse con el patrimonio español. Es una cuestión de innovar, de invertir y no estoy seguro que podamos afirmar que muchas de las empresas relacionadas con el turismo dedican mucho esfuerzo a la innovación. Es verdad que hemos adelantando mucho en muchas cuestiones y no hay más que poner de ejemplo el tema gastronómico, donde España ha conseguido un prestigio casi impensable en los últimos años y todo gracias a la innovación.

Ya que hablamos de gastronomía podemos hablar de recetas. Hay una gran bibliografía sobre cómo se ha generado el éxito de nuestros cocineros. Hay que estudiar el fenómeno y replicar el modelo que, al final, se reduce a las cosas que siempre necesita un proceso innovador verdaderamente dinámico: voluntad, estudio, decisión, inversión y trabajo, mucho trabajo. ¿A que esperamos?

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