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uber o la ‘tecnofobia’ española

Simulación de coches voladores presentada ayer por uber
Simulación de coches voladores presentada ayer por uber

“¿Sabéis que otros países además de España no tienen Google News? Irán, China o Corea del Norte”. Yuri Fernández, Communications Lead de uber en España abría ayer en Madrid la segunda edición de SmartINN, jornada promovida por DIR&GE. Fernández aludía así a las restricciones “incoherentes” que la compañía, y en concreto el servicio uberPOOL –que permite compartir vehículo a pasajeros con destinos próximos- sufren en España fruto de una Ley de Transporte que, en opinión del responsable de la compañía se asemeja “a otras muchas leyes que regulan el desarrollo de la tecnología en España” y que provocan que, ahí fuera, “se catalogue nos catalogue de tecnófobos o de poner trabas al empredimiento”.

Para Fernández, la contradicción reside, entre otras cosas, en los mensajes de concienciación que lanzan algunos ayuntamientos para reducir la contaminación invitando a dejar el vehículo en casa -o a compartirlo- o en la celebración de grandes eventos tecnológicos de relumbrón y resonancia global como el MWC. “Mucha gente llegaba a Barcelona y nos escribía pensando que se había caído la aplicación… No hace falta irse a Silicon Valley para usar uber, en Nairobi operamos”.

Yuri Fernández no ha eludido la eterna polémica que les enfrenta con el taxi tradicional. “Si nuestros precios son más baratos se debe a que gracias a la tecnología hemos conseguido que nuestros conductores incrementen hasta el 32% el tiempo el pasan ocupados”. Un porcentaje que les aleja del 10% de media del taxi, “que además es un servicio lineal, mientras que la demanda de transporte no lo es”. Y en este sentido, y ante las acusaciones de usar precios dinámicos –subir el precio si crece la demanda- Fernández afirma que en uber se sienten orgullosos de ello. “Si dejáramos de lado esa estrategia en NYC o Los Ángeles, nos iríamos diez años atrás”.

Pese a todo, reconoce que pensar que van a sustituir al Transporte Público “es un tanto naif”, aunque considera que el futuro pasa por combinar varios medios de transporte para llegar al punto de destino, “si es que queremos de verdad que la gente deje el coche en su garaje”·

Coches voladores en 10 años

Ha llovido mucho desde que se encendiera la bombilla, aquel día de 2008 en París, cuando Garret M. Camp y Travis Kalanik salían de una convención y les resultó imposible encontrar un taxi libre. “Nos hemos dado cuenta de que si podemos mover personas –“de forma tan fiable “como el agua corriente”- podemos hacerlo con cualquier cosa”. Así han puesto en marcha uberEATS –“que aunque no es tan revolucionario ya que hay competencia de servicios delivery, aprende realmente del usuario o puede hacer que la comida y tú lleguéis a casa a la vez”- y uberRUSH, aún como piloto, dirigido a servicios logísticos, ya en marcha en algunas ciudades de EE.UU y Canadá. “La idea es que las tres apps convivan y discriminar en tiempo real las necesidades de transporte de la ciudad, ya sea para pedir comida, ir al cine o enviar un contrato a tu cliente”- añadía Fernández.

Tras asegurar haber ganado la ‘batalla’ del coche autónomo a Google, en uber siguen empeñados en sacar la ciencia ficción de los libros o el cine. “No gusta retarnos, así que apostamos por el coche volador con un horizonte de diez años; y os aseguro que lo haremos, recuperaremos el suelo de las ciudades para sus habitantes”- concluía..