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UC3M-CIEMAT: codo con codo ante los retos de la ingeniería biomédica

Pablo Garcinuño

La universidad y el organismo público de investigación prosiguen su colaboración renovando el convenio de la Unidad Mixta que mantienen desde 2011

A veces dos más dos no es cuatro, es mucho más. Hay ocasiones en las que el todo supera a la simple suma de las partes. Se llama “sinergia” y es el fin último que persigue la Unidad Mixta UC3M-CIEMAT, un plan conjunto de investigación, desarrollo e innovación en el campo de la ingeniería biomédica que acaba de ser renovado por ambas partes.

El rector de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), Juan Romo, y el director general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), Carlos Alejaldre Losilla, han sido los encargados de firmar, a principios de enero, el convenio de colaboración para el mantenimiento de esta unidad. Las investigaciones se centran en las áreas de ingeniería tisular y medicina regenerativa epitelial, así como en la integración entre la biomedicina y la ingeniería (biomedicina integrativa). 

En el marco de este acuerdo, el personal investigador de la UC3M y del CIEMAT tienen la posibilidad de colaborar en proyectos científicos nacionales e internacionales, compartir sus instalaciones y equipamientos, realizar actividades de transferencia de conocimiento y de resultados científicos, formar a investigadores e investigadoras en el área de la biomedicina integrativa y organizar actividades conjuntas de promoción y divulgación de la cultura científica. Además, los estudiantes de la UC3M podrán optar a programas de prácticas y desarrollar sus trabajos de fin de grado, fin de máster y tesis doctorales en las instalaciones del CIEMAT. 

La firma de renovación del convenio entre la UC3M y el CIEMAT se produjo en el campus de Getafe.

Orígenes

En el año 2011 se creó un grado de Ingeniería Biomédica en la UC3M, el cual arrancó con la participación de parte del grupo de Biomedicina Epitelial del CIEMAT. Así comenzó una colaboración que se mantiene desde entonces. Hay un comité de seguimiento que anualmente evalúa el funcionamiento de la Unidad Mixta, cuyo convenio se acaba de renovar formalmente por primera vez.

Tal y como explica Fernando Larcher, responsable de uno de los grupos de trabajo de la Unidad Mixta, se produjo “una división de gente que trabajaba en el CIEMAT debido a que se abrió el grado de Ingeniería Biomédica”. “Ese grupo se estableció en la universidad y a partir de ahí se establecieron colaboraciones”, colaboraciones que con el paso de tiempo han ido ampliándose a distintos departamentos de la UC3M.

Uno de esos investigadores que pasaron a la universidad tras desarrollar su carrera en el CIEMAT, en su caso durante 25 años, fue José Luis Jorcano, quien encabezaba la unidad de Biomedicina Epitelial en dicho centro. El ahora profesor del Departamento de Bioingeniería e Ingeniería Aeroespacial de la Universidad recuerda que desde el primer momento se quisieron establecer sinergias entre las dos partes y no romper puentes. “Lo que no tenía ningún interés era vestir a un santo a base de desvestir a otro, sino que cada uno aportara sus capacidades para hacer una estructura con potenciales superiores a cada una de las partes”, afirma.

Prototipo de bioimpresora 3D capaz de crear piel humana totalmente funcional.

Biomedicina Integrativa

La Unidad Mixta UC3M-CIEMAT está conformada por tres grupos de investigadores de ambas entidades. Por un lado, la Unidad de Modelización de Enfermedades Cutáneas, dirigida por Fernando Larcher, investigador del CIEMAT. Por otro, la Unidad de Medicina Regenerativa CIEMAT-CIBER de Enfermedades Raras, cuya responsable es Marcela del Río, de la División de Biomedicina Epitelial del Departamento de Investigación Básica del CIEMAT y profesora del Departamento de Bioingeniería e Ingeniería Aeroespacial de la UC3M. En tercer lugar, el grupo de Biomedicina Integrativa de la UC3M, dirigido por José Luis Jorcano, profesor del Departamento de Bioingeniería e Ingeniería Aeroespacial de la Universidad. 

En esta última agrupación, tal y como indica su nombre, juegan un papel muy importante las ingenierías. Se trata, apunta Jorcano, de “integrar disciplinas porque la experiencia nos ha demostrado en la última década que los problemas que tenemos que resolver en biomedicina son tan complejos que muy probablemente no vamos a ser capaces de resolverlos solo a base de biólogos y de médicos, sino que tiene que haber gente con otras capacidades y otra formación”.

Fruto de esa integración ingeniería-biología han conseguido importantes avances en la bioimpresión 3D de piel humana, en un proyecto en el que también participan el Hospital General Universitario Gregorio Marañón y la empresa BioDan Group. El prototipo es capaz de crear piel apta para ser trasplantada a pacientes o para la investigación y prueba de productos cosméticos, químicos y farmacéuticos. 

Piel bioingenierizada humana

Piel de mariposa

También fruto de la colaboración CIEMAT-UC3M, en este caso con la participación del CIBERER y el IIS-FJD, se ha desarrollado un método de reparación del gen que produce la Piel de Mariposa, técnicamente conocida como Epidermólisis bullosa. Se trata de una enfermedad rara de fragilidad cutánea, caracterizada por la formación de ampollas generalizadas, fibrosis y predisposición al desarrollo de cáncer de piel

“Una de las tantas tareas o líneas que desarrolla la unidad mixta son los nuevos abordajes para la corrección de enfermedades raras de piel –explica Fernando Larcher–. Trabajando conjuntamente desarrollamos y testamos la eficiencia de un nuevo método de edición génica”. Tal y como explica el investigador del CIEMAT, no se trata de añadir una copia sana del gen defectuoso, sino de reparar el gen dañado.

Queratinocitos humanos EBDR corregidos mediante edición génica.

Sumar distintas capacidades

A punto de cumplir una década, el balance es muy positivo. “Ha sido una buena experiencia y todos hemos salido favorecidos”, afirma Larcher, quien destaca que se han incrementado “la cantidad y la calidad de las líneas de investigación”. “Hay complementariedades y especializaciones que tiene un grupo y otro no y cuando están juntos se llega a una buena colaboración y a una sinergia”, añade.

“Es la tendencia mundial, no es que nosotros seamos unos visionarios”, afirma Jorcano cuando se le pregunta por la necesidad de sumar esfuerzos en el campo de la ciencia. “Simplemente nos hemos dado cuenta de que las universidad que todos llevamos en la lengua, como Cambridge o Stanford, trabajan de esta manera”. “Cada vez nos damos más cuenta de la importancia que tiene el sumar capacidades diferentes para poder abordar problemas tan complejos como los que tenemos que resolver”, concluye.